domingo, 5 de abril de 2020

LA EPIDEMIA 1800. PROCESIÓN DE ROGATIVAS CON LA IMAGEN DE LA VIRGEN DE LOS DOLORES .




Las crisis sanitarias han sido recurrentes a lo largo de los siglos en nuestra población, si bien es cierto que las más conocidas  son las pandemias causadas por la enfermedad conocida como peste, a partir del último tercio del siglo XVIII Carmona sufrirá repetidas epidemias de fiebres tercianas o paludismo en 1779 en la que murieron varios de sus habitantes; repitiéndose  en 1781 y que tuvo como foco la cárcel municipal aunque pudo contenerse, no así la desarrollada entre 1787/88 que infectó a 1.400 habitantes y de la que murieron 112 que motivó que el Concejo de la ciudad hiciera voto de ir en procesión cada 8 de septiembre al Monasterio de Gracia y contrayendo la obligación de sufragar anualmente la procesión cívica de la Corporación y de la Junta de Sanidad y de dos funciones religiosas, que años más tarde promovió su declaración como Patrona de Carmona. En el primer  libro de Actas de la Orden Tercera, recién trasladada al Salvador y enfrascada en un largo pleito con las Esclavas, no se reseña  nada sobre esta última epidemia.


En el verano de 1800 se darán en Cádiz los primeros brotes de fiebre amarilla, denominada así a la ictericia que presentan algunos pacientes y cuyos  síntomas son: fiebre, cefaleas, ictericia, dolores musculares, náuseas, vómitos y cansancio y en ese momento la muerte de una gran mayoría de pacientes. Esta enfermedad era trasmitida por la picadura del mosquito con lo cual se propagó rápidamente por todo el territorio llegando a Sevilla en pocos días afectando al barrio de Triana en primer lugar - obligando al cierre de la parroquia- y en cuatro semanas toda la ciudad estaba infectada causando según algunos cronistas de la época unas 18.000 muertes de sus ochenta mil habitantes. En el mes de octubre se alcanzó la cifra de 460 muertos en un  día .
La Junta Sanitaria provincial decidió el aislamiento de las poblaciones no afectadas - medidas todavía eficientes-.  El retraso de esas medidas fue la causante de la propagación virulenta de la enfermedad. En el caso de Carmona el puesto fronterizo se colocó en la villa de Mairena quedando el Viso y Carmona en la zona saneada. En nuestra ciudad se establecieron las tropas  encargadas del aislamiento y no pudiendo el Concejo de la ciudad reunir los 60.000 reales necesarios tuvo que pedir crédito a las autoridades religiosas. Las calles de acceso a la ciudad se cerraron con tablones o se tapiaron para evitar el ingreso de personas provenientes de otras poblaciones y se colocaron garitas con guardias para controlar los movimientos dentro de las murallas, aunque sus pobladores saltaban por las tapias de los corrales para salir al campo o a faenar.
Se determinó la instalación de tres hospitales de campaña en el Real, Alcaudete y puente del Corbones, la contratación de nuevo personal sanitario y la obligación del vecindario de limpiar calles y muladares frecuentemente así como prohibir los entierros en iglesias y conventos - nada nuevo bajo el sol-.



El Arzobispo ordenó se hicieran rogativas y Carmona acudió a las devociones habituales en estos casos desde antiguo: a los conventos de San Roque y al de San Sebastián, a los que asistió en procesión el Concejo municipal. Luego salieron las imágenes de San Teodomiro, Virgen del Rosario y por último se acudió al Monasterio de Gracia solicitando la población su traída a la iglesia Prioral donde se celebraron diversas novenas de rogativas extendiéndose la enfermedad gracias a las aglomeraciones de los fieles ...aunque al llegar el mes de noviembre y reducirse las muertes las autoridades juzgaron ser por mediación de las rogativas.


Rogativas al santo Crucifijo de San Felipe
A fines de septiembre la epidemia se llevaba un promedio de dos muertos diarios en las parroquias de San Felipe cuya feligresía conoció la mayor mortandad junto con la de santa María, esta situación promovió la salida en rogativas de la milagrosa imagen del Crucificado de la parroquia y conocido como Cristo de San Felipe al que la ciudad había acudido en momentos parecidos así como por la falta de lluvia.
Por medio de Don Pedro Ruiz, cura de San Felipe y por los hermanos de la hermandad del Cristo, se le comunicó a la Orden Tercera de los Siervos:"que haviendo determinado estos sacar en prosesión de Rogativas a efecto de implorar su misericordia para haplacar el Contajio que amenaza este pueblo" motivo por el que suplicaban que la "Santa ymagen de los Dolores a Compañara a su Santísmo hijo en la esperada prosesión "  por este motivo se reunieron los oficiales de los Siervos el 28 de septiembre de 1800 para decidir sobre la petición y tras una liberación se acordó: "que estaba pronta la Santa Ymagen para el efecto qe se espera y que se havisarán a nuestros siervos pa qe igualmente se tratase el modo y desencia con qe la Hermandad del Santísimo  Cristo havía de formar su prosepsión pa que con el mismo haparato se llevara y trajera a nuestra Madre y Señora acordándose en todo las dos hermandades".


Junto al Acta se incluye una Nota: "El siguiente dia 29 de Sep. del mismo mes y año pasó a Nuestra yglesia de Nuestro Sr. el Sarvador la Hermandad del SSmo. Cristo de San Felipe, y acompañandolo Nuestra Orden tersera llevado a Nuestra Madre y Señora a la Yglesia de Nuestro Sr. San Felipe" de donde se desprende que los hermanos del Cristo vinieron al traslado procesional de la Imagen de la Virgen de los Dolores  en unión de los terciarios, de igual manera se devolvió la imagen tras la procesión de rogativas de la Parroquia de San Felipe " de donde salió la prosesión".  (Acta del 28 de septiembre de 1800. Libro Primero de Actas).


Las consecuencias económicas posteriores fueron terribles por el confinamiento de las poblaciones que no permitieron la venta ni traslado de mercancías hasta 1805 además de las malas cosechas y los temporales de lluvias de los siguientes años, que movió a la ciudad hambrienta y exhausta  a buscar la ayuda del Cielo con el nombramiento de Nuestra Señora de Gracia como Patrona en 1804.
La situación tras la plaga debió desestructurar  la sociedad carmonense pues al año siguiente aún no había podido celebrarse el cabildo anual de los siervos y en 1801 hubieron de convocarse cuatro reuniones para reorganizar la vida institucional con el nombramiento de nuevos cargos, solicitud de limosnas para las misas de todos los viernes o del septenario pero recuperándose  la salida procesional el Domingo de Ramos siguiendo el modelo de la de Sevilla y encargándose un nuevo vestido para la imagen de la Virgen de los Dolores .

Fuentes:
- Libro Primero de Actas de la Orden Tercera de los Siervos.
- NAVARRO DOMÍNGUEZ, J.M: Oligarquía, control municipal y corrupción en Carmona en los inicios del siglo XIX.  I Jornadas de Historia y Patrimonio de la Provincia de Sevilla. 2004.

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