jueves, 20 de agosto de 2020

DE LOS RETABLOS DE NUESTRA SEÑORA (y 2)

IN PRIMIS ERIGUETUR ALTARE SUB TITULO SEPTEM DOLORUM


Pie de Foto: Retablo actual

El retablo neoclásico 

En el acta del 19 junio de 1815 el Padre Corrector informó al cabildo general que "era de necesidad, el hacerle a la Stma. Virgen un Retablo decente donde se le diese colocación... pues el retablo que la Sra. tenía era propio del convento del Carmen calzado" y que la Orden Tercera se había traído de este monasterio tras la desamortización de 1802 pero tras la vuelta del absolutismo los religiosos lo pidieron nuevamente "habiéndose reunido su comunidad, después de la ida de los enemigos franceses de España, lo pidieron y como era suyo, no se podía oponer la hermandad" pues así lo determinaban las leyes dadas por el nuevo gobierno. 

Se determinó abrir una subscripción "entre los hermanos y devotos bienhechores para costear " un nuevo retablo dada la necesidad tan urgente. Se nombró una comisión que administrara los fondos de limosna para realizar un nuevo retablo "con la posible decensia y magnifisencia , valiendose de Maestros de Nota y Ciencias" de forma que se solicitaran a estos entendidos en arte que presentaran "sus correspondientes diseños, se traigan para elegir el que más agrade, tratando su ajuste" 

El 26 de julio en Junta de Oficiales el Hermano Mayor informó sobre la cuestación y de que el proyecto estaba ya en marcha y acordado su autor "un Maestro de la Ciudad de Sevilla, habiendo visto diferentes diseños, para que inmediatamente se empezase hacer el retablo". Desconocemos quién fue el autor del proyecto 

En el Cabildo General de Elecciones del día 20 de agosto de 1854 trató nuevamente del retablo " ...se habló del mal estado del Altar de ntra. Señora a consecuencia del Rayo que casi lo destruyó y se acordó nombrar una comisión que entendiera para su reparación juntamente con el cura y Beneficiados de la misma Iglesia" nombrándose a Don Juan José Sanjuan como Hno. Mayor y Don Pedro Tamariz que era el Corrector en ese momento. 

Meses más tarde (5 marzo 1855) continuaban las obras en el templo, por lo que el Corrector debía informar: " acercándose el tiempo del septenario que anualmente hacen los servitas a la Sstma. Virgen de los Dolores había reunido a cabildo con el objeto de consultar ... sobre la determinaciones que debieran tomarse para su efecto... pues era imposible celebrarlo en el Salvador ...por el mal estado en que se encuentra el Altar y Capilla Mayor a consecuencia de los hundimientos y sacudidas que sufrió con la caída del Rayo" y a pesar de las obras acometidas era imposible tener la iglesia lista para "la decencia del culto" pues se había retrasado por las continuadas lluvias. Por esta razones los hermanos deciden celebrar los cultos "que de ninguna manera se omitiera el Septenario y que si no podía tenerse en dicha Iglesia de Servitas, se celebraría en la Prioral de Santa Mª" claro está con las licencias del Gobernador Eclesiástico en el caso de que el día 18 de marzo no se hubiera concluido la obra...y las obras continuaron a ritmo muy lento por lo que el septenario terminó realizándose en Santa María. 

El retablo neoclásico debió quedar en muy mal estado por el percance del rayo que afectó al tejado del presbiterio y de la zona de tribunas y el colateral que ocupaba la Virgen de los Siervos. Según las actas "casi lo destruyó" por lo que las obras de reconstrucción del altar continuaron en los años siguientes; en el cabildo de enero de 1864 se presentaron las "cuentas correspondientes a la restauraciones del altar de nuestra Sra. de los Dolores", así como del aumento del aparato del Septenario, adquisición de 6 varas de plata para el palio y construcción de los armarios guardaropa para los útiles de la Hermandad. 

Otras reformas se acometieron en el camarín en 1899 al que se le dotó de luz eléctrica, con un costo de 100 reales de costo o la colocación de un marco con vidrio para la embocadura en 1917. A don Manuel cañas se le encarga en 1921 la pintura y el decorado del camarín de la Virgen y de una peana. 

No tenemos fotografía ni otro testimonio gráfico de este altar neoclásico, sólo una descripción oral de sus dimensiones que corroboran algunos piezas existentes actualmente en la capilla de san Francisco a donde algunos de sus elementos pasaron. En la exposición "Servitas, imagen y símbolo del dolor" que nuestra Fraternidad realizó en 2008 se expusieron dos columnas de las 6 que poseía, así como parte de los repisones que sostenían las imágenes de los santo Felipe Benicio y Juliana Falconieri. 


Foto COLUMNAS y REPISONES (Hoy en la capilla de San Francisco). 

 Desmonte del retablo neoclásico y colocación del actual. 

En 1911 el templo del Salvador pierde su designación como parroquial y pasa a ser filial de la Prioral, iniciándose hacia ella un nuevo éxodo de platería y enseres litúrgicos como puede observarse por diferentes inventarios. 

 Tras la Guerra Civil el párroco don Juan Coronil Gómez haría almoneda del templo de San José de los Carmelitas Descalzos y del Salvador, este último conservaba en ese momento- según el historiador Esteban Mira- 12 retablos que fueron paulatinamente desmontados en la posguerra y reenviados a otras poblaciones como Manzanilla, La Palma del Condado, Cantillana.... y Ubrique de donde era natural este sacerdote. Gracias a una memoria del entonces párroco de aquella población Fray Sebastián de Ubrique, - Historia de la Villa de Ubrique (Sevilla, 1944, páginas 502 y 504)-podemos hacernos una idea de la "donación" que se realizó del patrimonio de Carmona: en la obra se nos indica el interés de Coronil para dotar a la parroquia de su pueblo de un nuevo retablo tras el incendiado en 1936 y le ofreció a Fray Sebastián venir a Carmona y elegir pero a este "no le gustaba ninguno de los que quedaban... Entonces escogió dicha imagen (la Virgen de la Antigua obra de Jerónimo Hernández), que estaba abandonada detrás del coro alto, juntamente con otra de Ntra. Señora de los Dolores". Ambas terminaron en Ubrique. 

Al redactarse el Catálogo Arqueológico y Artístico de Sevilla y su Provincia en 1943, la iglesia se encuentra ya desposeída de la mayor parte de sus retablos, entre los que sobreviven se encuentra el de los servitas: "en el crucero - lado del Evangelio- dos retablos neoclásicos donde se veneran: la Virgen del Carmen y San José, en uno: la de los Dolores con San Felipe Benicio y Santa Juliana Falconieri, en otro" (pág.169). 


Foto: Imagen de Santa Juliana (blanco y negro) 

A pesar del decaimiento corporativo de los terciarios servitas, la imagen de nuestra Dolorosa continuó con sus cultos y devociones en el altar neoclásico hasta la década de 1960, en la que el Párroco de la Prioral, Don Francisco Márquez decidió acometer obras importantes en el templo del Salvador abandonado a su suerte y adecentar su arquitectura. Según un informe de 1994 sobre retablo actual : "a mediados del siglo XX es llamado Carreras - debe referirse a Rivero Carreras - para restaurar el Retablo Mayor del Salvador una vez que este visita el lugar llega a la conclusión de que todos los retablos neoclásicos que había en esta iglesia no eran acordes con el conjunto, por lo que opta por desalojar la misma de todos estos aditamentos posteriores". Es el momento en que se desmonta el retablo construido en 1815 por los servitas. Mientras la imagen de la Virgen se deposita en la Capilla del Cristo de los Martirios de Santa María; fragmentos de este altar son entonces reutilizados por la Hermandad de las Angustias que abandona el Salvador y realiza sus retablos en la capilla de san Francisco con material de acarreo de diferentes altares del Salvador. 

 El restaurador José Rodríguez Rivero-Carrera aconseja trasladar dos retablos de Santa María procedentes del expolio del Salvador tras la expulsión de los Jesuitas, ya que estarían más acorde con el Mayor. De esta manera y con piezas de un retablo desprendido durante el terremoto del 28 de febrero del año 1969 en la ante sacristía de la Prioral, se recompone el actual retablo de la Virgen en sustitución del desmontado. La mayor parte de sus elementos pueden atribuirse a los realizados para los jesuitas por el reconocido tallista del siglo XVIII José Maestre . 

Sobre un frontal jaspeado con escudo nobiliario central se distribuye en tres calles separadas por estípites, en la central se abre el camarín donde se venera la Virgen de los Dolores y en los laterales las de San Diego y san Francisco de Asís de pequeño formato. El segundo cuerpo difiere en su estilo y ejecución banco en su ático se ha colocado la imagen de san Felipe Benicio.


 



 Fotos: El altar en 1994 

En 1973 la Virgen de los Dolores regresa al Salvador y ocupa el nuevo retablo colocado sobre parte del antiguo camarín que se cubre con una cortina dado el mal estado del hueco, ocupado la embocadura del retablo, espacio angosto para una Dolorosa de vestir. A fines de la década de los años noventa habrá que levantar un muro que cierre el paso hacia la puerta trasera - ya en desuso - del antiguo camarín y evitar desprendimientos del techo de la escalera trasera, lo que permite en 2009 poder retranquear el fondo y permitir un mejor espacio más amplio y alto para la imagen. 



  
 

 Foto: Puerta trasera y actual estado del acceso al antiguo camarín. 

En la actualidad se ha proyectado recuperar tanto el acceso trasero como todo el espacio del antiguo camarín quitándose el tabique de rasilla levantado hace unos años, dotándose de una nueva puerta de seguridad y restaurándose la escalinata trasera de acceso. En una segunda fase se estudiará la decoración del camarín.

 Fuentes: .- UBRIQUE, FRAY SEBASTIÁN DE. Historia de la Villa de Ubrique .Sevilla, 1944, .-HERNANDEZ DIAZ, J. Carmona, Catálogo Arqueológico y artístico. Tirada especial. Sevilla 1943 .-MÁRQUEZ SÁNCHEZ, Francisco: "La Real Iglesia del Divino Salvador", Carmona y su Virgen de Gracia. Carmona, 1971, s/p. .-VARIOS. Nazareno, cuatro siglos. Catálogo de la Exposición instalada por la Hermandad de Nuestro Padre. Carmona, 2007 .-VARIOS. Retablo de los Servitas de la Iglesia del Salvador.1994 (sin editar). Proyecto de conservación redactado por los restauradores Mª Jesús Zayas Cañas. Concha O´kean Alonso. Macarena Pinto Miranda. Domingo Coto y Mª Isabel Oses. A.O.T.S.C. .- Libro de Cavildos y Junta de la congregacion y ord. tercero de los Siervos de María Stma. de los Dolores establecida con la Rl. aprovación de Nro. señor el salvador desta ciudad de Carmona. año de 1784. -.“Real Provisión de S.M. aprobando la costitucion y reglas del Venerable orden tercero de Siervos de María situada en la Iglª. parroquial de N.S. el Salvador. 1784” .- Libro de Cuentas tercero del V.O.T.

viernes, 14 de agosto de 2020

DE LOS RETABLOS DE NUESTRA SEÑORA (1)


IN PRIMIS ERIGUETUR ALTARE SUB TITULO SEPTEM DOLORUM


  Pie de foto: Fragmento Carta erección V.O.T. Carmona.

En 1784 los terciarios servitas son emplazados en el antiguo templo de san Teodomiro de la Compañía de Jesús recientemente titulado como Parroquia del Salvador, pues pocos años antes se había trasladado desde su primitiva sede en la plaza de Arriba. El edificio gótico-mudéjar que albergaba la parroquia hubo de ser reconstruido tras el terremoto de Lisboa, una década después obligó a la parroquia a trasladarse al convento de Madre de Dios y desde allí al templo jesuítico abandonado tras la expulsión de la Compañía de los reinos de España en 1767; junto con ella se trasladaron las hermandades que tenían su sede en el Salvador: la Hermandad de la Esperanza, la Sacramental y la de ánimas, así como sus altares con las dotaciones correspondientes. Concesión del altar colateral del Salvador. El grupo de los terciarios servitas fundados dentro de la congregación rosariana de mujeres de san Bartolomé debían buscar una nueva sede, condición sine qua non que el Consejo de Castilla proponía para su total aprobación y segregación de las Esclavas. De acuerdo con los Beneficiados y curas de la Parroquia, los servitas se trasladan con las aprobaciones del Prior General y de las autoridades diocesanas al antiguo templo de san Teodomiro en noviembre de 1784 y celebrando en este templo el 30 de ese mes el primer Cabildo de Elecciones. En el Acta de ese día queda reflejada la concesión por parte del clero parroquial del "Altar para la colocación de la Stma. Virgen de los Dolores y Retablo suficiente para que en el practicase la congregación sus exercicios, y los Sres. Beneficiados le señalaron el colateral" lugar donde ha venido recibiendo culto hasta la actualidad. La Carta Patente de constitución dada en Roma por el General de los Siervos de María el 7 de abril de 1783 se ordena que una vez erigido canónicamente el Orden Tercero por los hermanos y hermanas, debía levantarse un altar a los Siete Dolores de la Virgen: "in primis eriguetur altare sub titulo Septem Dolorum SS. VIRGINIS deinde qualibet sexta feria, et sifieri nom incommode potesi, qualibet dia ac prefertin Dominica, et diebus festivitis, recitetur coram eoeden altari corona earumdem Septem Dolorun patientientissima nostrae deipara" -que se levante un altar bajo el título de los Siete Dolores de la Santísima VIRGEN y que después en cualquier Sábado o si se puede primeramente en Domingo o en día festivo, se recite públicamente en este altar la Corona de los Siete Dolores de la pacientísima Madre de Dios-. De igual forma se autorizaba a la procesión y fiesta de los Dolores en el tercer domingo de septiembre o el Domingo de Pasión. Desconocemos qué retablo pudo usar originariamente la orden tercera para colocar la imagen de la Virgen de los Dolores y celebrar sus cultos, pues el templo jesuítico que se había inaugurado en 1720 con la mayoría de sus altares, aunque los dos colaterales -dedicados a San Ignacio y a san Francisco Javier- serán encargados a José Maestre en 1726 y 1730. Estos dos grandes retablos que eran los colaterales se desmontaron tras la expulsión; pasando el de san Ignacio a la parroquia carmonense de San Blas como retablo mayor y el otro al pueblo de las Cabezas de san Juan donde hace pocos años ha sido seccionado para ubicarlo en una nueva parroquia.



Pie de FOTO Altares jesuíticos en San Blas y en las Cabezas de San Juan

En el documento de agregación de la congregación rosariana de san Bartolomé, obtenida en 1740, se obligaba también a erigir un retablo a la Virgen de los Dolores y los santos servitas Felipe Benicio y Juliana Falconieri, como era habitual tras la erección o agregación a la Orden de los Siervos de María. Las imágenes de estos santos realizadas para el retablo servita en el Salvador existen en la actualidad y han sido datadas como obras del último tercio del siglo XVIII. San Felipe figura en el actual retablo y la compañera de santa Juliana fue trasladada en 1975 a la iglesia de Santiago y colocada como santa Rita (sic) en la hornacina superior del retablo del Cristo en la columna.




Pie de Foto. Conjunto de los Santos Servitas. Altar del Carmen Calzado y el altar neoclásico.

El retablo que desde 1784 venía usando la Dolorosa servita no debía estar acorde con la solemnidad de los cultos y de los usos devocionales a los que estaban acostumbrados los terciarios, razón por la que aprovechando la reducción de conventos por la abolición decretada por José I, se hicieron con un retablo del monasterio de los carmelitas calzados establecidos en la iglesia del Carmen o de san Roque a la entrada de Carmona. Suponemos que debía de tratarse de uno de los tres magníficos retablos que el renombrado Cayetano de Acosta realizó para el presbiterio y crucero de ese templo (hoy dispersos en Fuentes de Andalucía, Gota de Leche en Sevilla o el desaparecido en Lora del Río).




Pie de Foto: Convento del Carmen Pie de Foto: Altar desaparecido en Lora de Río