miércoles, 26 de octubre de 2022

NUESTRA HERMANA DOLORES QUINTANILLA FUNDADORA DE LAS ESCUELAS SALESIANAS. 125 AÑOS DE LA OBRA DE DON BOSCO EN CARMONA

 


 Alumnos y Salesianos del curso 1898-1899. En el centro, el director don Antonio Ricaldone.

El pasado 9 de octubre en el templo de Santiago, primera sede de la casa salesiana de Carmona, tuvo lugar la celebración de la Eucaristía que daba inicio a la celebración del aniversario de la presencia salesiana en nuestra ciudad.

Nuestra Fraternidad asistió en esta ocasión como invitada a la Misa que presidió el padre Fernando Báñez, SDB, consejero de la inspectoría para las obras gestionadas por seglares, junto con diversos sacerdotes salesianos y los párrocos de Carmona. Durante la Eucaristía se presentaron los logotipos que conmemoran la fundación en 1897 de las Escuelas salesianas intituladas del Santísimo Sacramento y que han venido formando ininterrumpidamente a generaciones de carmonenses, fomentando en ellos la vida cristiana y la devoción a la Santísima Virgen bajo la advocación de María Auxiliadora. 


 

Misa inaugural de los 125 años de presencia salesiana

Para nuestra Orden Seglar es también un momento para recordar y dar gracias  a Dios por la generosidad y el ejemplo de nuestras hermanas que crearon y dotaron la fundación, que  tras su muerte,  posibilitó el establecimiento de las Escuelas Salesianas para la formación humana de los niños más desfavorecidos de toda Carmona, sobre todo  en el empobrecido barrio de Santiago que Fernández López - cronista e investigador de las antigüedades de la ciudad- describió  en 1886: «En la actualidad esta parroquia [de Santiago] tiene la feligresía más pobre y miserable de la ciudad». Aún así en su collación y aledaña a la puerta principal del templo tenían su casa las hermanas Dolores y Carlota Quintanilla, donde se ubicará por vez primera el colegio salesiano, manteniéndose en esta antigua casona hasta la década de 1970 en la que se traslada a su actual ubicación en las estribaciones del alcor.

La familia de los Quintanilla se estableció en Carmona en el siglo XVII procedente de Lora, formando parte de la oligarquía local. En el siglo XIX entroncan con la de Lasso de la Vega contrayendo diversos matrimonios. Momento en el que ingresan en la Orden Tercera de los Siervos cuatro miembros de la familia: Dolores, Carlota, Manuel y José, según consta en los libros de Actas.  Siendo todos grandes devotos de la Santísima Virgen de los Dolores en especial José,  a cuyo fallecimiento, la familia decide donar un rico broche de diamantes a la Virgen de los Dolores en recuerdo de la gran devoción que su hermano tenía a la imagen.

Carlota y Dolores desarrollarán  una vida activa en nuestra orden: ocupando en diversas ocasiones los cargos de Maestra de Novicias y de Priora; además, durante un corto período de tiempo, el de camareras de la Santísima Virgen de los Dolores funciones que venían desempeñando por lo general las esposas de sus primos Andrés y Miguel Lasso de la Vega y Quintanilla, influyentes personajes  que en ese momento estaban entre los mayores contribuyentes de la provincia de Sevilla.

Las hermanas doña Dolores y doña Carlota de Quintanilla y Montoya, dedicarán gran parte de sus recursos económicos a la beneficencia y al mecenazgo de diferentes proyectos sociales tan variados como dotar a la ciudad de un reloj público en la torre de Santa María, que además  recrecieron y restauraron; financiaron la colocación de vidrieras y la restauración integral del templo Prioral que se encontraba en pésimas condiciones tras el terremoto de Lisboa. Movidas por su espíritu cristiano vinieron a socorrer con numerosas obras benéficas a la empobrecida población marcada por la situación económica del país, las repetidas hambrunas y las epidemias de cólera y tifus. Su destacada devoción a la Virgen de Gracia le llevó a dotar a la imagen de la Patrona de Carmona, de preciadas joyas:  rostrillo de diamantes, ráfaga y medialuna de oro y diversos trajes.

Tras el fallecimiento Carlota, que se produce en 1873, Dolores decide  dar forma al proyecto de ambas de crear una fundación que económicamente pudiera permitiera el establecimiento en la ciudad un centro de enseñanza para niños y de los que Carmona era deficitaria. Para llevar a cabo su deseo  establece en la décima clausula en su Testamento, otorgado en  1891,: «Es mi voluntad que por mis albaceas se invierta de mi caudal la cantidad de trescientas mil pesetas en fundar y dotar bajo la forma que permitan la leyes un establecimiento de enseñanza gratuita en esta ciudad con el nombre o advocación de Santísimo Sacramento, en el cual se enseñe precisamente la Religión Católica, Apostólica y Romana, y se rece todos los días una estación en sufragio de mi alma, dejando todo lo demás concerniente a este establecimiento […] a la libre deliberación de mis albaceas.»

 

Entre los tres albaceas figura don Andrés Lasso de la Vega y Quintanilla, conde de Casa Galindo, casado con doña Blanca Fernández de Córdoba, matrimonio al que se le puede atribuir que la fundación se encomendara finalmente a la congregación salesiana pues el conde, que carecía de hijos, era estrecho colaborador de la obra de Don Bosco a través de la Casa Salesiana de la Trinidad y muy amigo del director don Pedro Ricaldone. Pocos años antes, en 1880, doña Dolores  Quintanilla había colaborado activamente con don Andrés para otra fundación escolar  en Carmona, en esa ocasión, de niñas: la de las Hermanas de la Cruz, contando igualmente con otra hermana de nuestra Orden Tercera, doña Isabel Mac Crohon, viuda del general Chinchilla, que donó su casa para convertirla en la actual residencia y colegio de la congregación de Santa Ángela.

En 1896 en cumplimiento de los deseos y mandas testamentarias de doña Dolores Quintanilla, tendrá lugar la fundación de las Escuelas Salesianas en Carmona, limitándose la admisión a niños varones pobres atendiendo a «los muchos niños vagabundos, tan abundantes por desgracia en las calles y plazas de Carmona” , estableciéndose de forma provisional en la casa solariega que Dolores y Carlota poseían en la calle Paso de la Duquesa, que hoy ocupa la Santa Caridad y  dependencias de la casa hermandad de la Columna. Durante setenta y cuatro años la institución residió en la antigua casa de las Quintanilla, hasta la construcción del nuevo colegio.

El primer director del colegio será el italiano Antonio Ricaldone, primo del mencionado don Pedro, tomando posesión el 15 de septiembre de 1897. Le acompañaba el también italiano don Antonio Corino y el español don José Hernández Aracil – subdiácono-. Al iniciarse el curso a mediados del mes de octubre solo cuentan con una veintena de alumnos pero pocas semanas más tarde son más de un centenar, uniéndose a la primera comunidad, los salesianos españoles: don Manuel Ortega y don Dionisio Martínez. Ricaldone era estrecho colaborador de Don Bosco, razón por la que el fundador de los salesianos lo destinó a la casa de Barcelona, y luego a la de Utrera, primera casa en España. La de Carmona será el número doce de la fundaciones  de la congregación en nuestro país.

El día 14 de noviembre de 1897 el director del Colegio de la Trinidad celebró la Eucaristía inaugural a la que, a pesar de la lluvia torrencial, asistieron todas las autoridades encabezadas por el alcalde, Don José Lasso de la Vega.

Nuestra Fraternidad se sienta agradecida de haber contado entre sus hermanos servitas con la generosidad de muchos de ellos que en momentos sociales muy difíciles pusieron al servicio de los más desfavorecidos sus bienes económicos y hasta donaron sus casas para acoger la fundación en nuestra ciudad de centros escolares, los colegios de las Hermanas de la Cruz y de los Salesianos, a los que además dotaron económicamente para posibilitar la formación humana y espiritual de niños y jóvenes en  momentos en los que el acceso a la educación era casi inviable para los más desfavorecidos de la sociedad.  


 

 Foto: Banda de soldaditos del Colegio Salesiano

 

jueves, 6 de octubre de 2022

CRÓNICA DE LA PROCESIÓN GENERAL ESCAPULARIO.

 


Álbum fotográfico Vicente de la Ossa.

En el tercer domingo de septiembre, siguiendo la costumbre ancestral de los terciarios servitas de dedicar este día a la celebración de los Siete Dolores de Nuestra Señora, nuestra Fraternidad se reunió en el templo del Salvador para la celebración de la Salutación Mariana, Liturgia de la Palabra, tras la Renovación de las Promesas por los hermanos profesos, se celebró la procesión claustral con la imagen de nuestra amada Titular María Santísima de los Dolores.







En esta ocasión conmemorábamos también el 350 aniversario de la Misa y Oficio propio de la Virgen de los Dolores en la Diócesis de Sevilla el V viernes de Cuaresma, razón por la que nos acompañaron las representaciones de diversas hermandades que veneran a su titular bajo la advocación de los Dolores, tanto de nuestra Ciudad como de otras localidades, igualmente nos acompañó la Orden Seglar de la Merced de Sevilla y las Hermanas del Amor Misericordioso, el Delegado del Secretariado Servita de Andalucía, Presidente del Consejo de Hermandades de Carmona y de su Ayuntamiento.




La liturgia estuvo presidida por nuestro hermano Don José A. Mª de la Maza Caballos, Párroco de las Navas de la Concepción y Profeso de nuestra Fraternidad, siendo asistido por el también Presbítero y Profeso de la Orden Seglar el Padre Carmelo Mª Santana, Párroco de la de San Francisco de Rute.




La Santísima Virgen lucía el terno del hábito   servita y el manto de Santo Domingo del Convento de Madre de Dios de Carmona, recientemente restaurado por nuestra Fraternidad. La diadema fue ofrecida por la Hermandad de los Dolores del Viso del Alcor que este año celebra el centenario de su constitución.





El acto contó con la participación musical de la Banda de Música Municipal de Mairena del Alcor cuyos sones acompañó la procesión de la Sagrada Imagen por las naves del templo y que concluyó con la lluvia de pétalos y lanzamiento de los Aleluyas tradicionales así como de uno con la imagen de Nuestra Señora de Gracia, con motivo del año jubilar.




domingo, 2 de octubre de 2022

ALBUM DE LA FESTIVIDAD DE NUESTRA SEÑORA DE LOS DOLORES.

 

Reportaje de Vicente de la Ossa.

Los días 14 y 15 de septiembre nuestra Fraternidad dispuso la imagen de María Santísima de los Dolores en el presbiterio del templo del Salvador para su veneración con motivo de la Solemnidad de su Patronazgo sobre la Orden de los Siervos de María.



En esta ocasión Nuestra Señora lucía el hábito servita con bordados en oro del siglo XVII; el manto fue ofrecido por la Comunidad de Religiosas Dominicas, pieza perteneciente al ajuar de la imagen de Santo Domingo y cuyas labores de consolidación ha financiado nuestra Fraternidad, se trata de una pieza bordada en el siglo XVIII.





Estrenaba rosario del siglo XVII en cristal azul engastado en plata de ley. La diadema, obra de Gabriel Medina en 1949, procede de la Virgen de los Dolores del Viso del Alcor y que este año su hermandad cumple el centenario y recibirá la Llaves de la Villa.