lunes, 29 de marzo de 2021

NUEVO CONJUNTO LITÚRGICO.

Foto Anverso

Para la celebración de las Eucaristías del día de la Encarnación y del Viernes de Dolores hemos usado y estrenado un conjunto litúrgico compuesto por: casulla de las denominadas de "guitarra", estola, manípulo, bolsa para corporales, cubrecáliz y cortina de Sagrario. Estos ornamentos están realizados sobre raso de seda de color blanco; color que la liturgia servita determina para las festividades de la Virgen de los Dolores, además de su uso en otras dedicadas a María y en la de Cristo Rey- que también celebra nuestra Fraternidad-. Este importante conjunto han sido donados a la Orden por un hermano y adquirido al conocido anticuario Jacobo Linde.


FOTO reverso

Estos ornamentos pueden datarse como obra destacable de un taller conventual, que sigue las técnicas imperantes en los años finales del siglo XVIII pero cuyo diseño corresponde a las líneas del neoclásico que predomina entonces, motivos clásicos en los que la vegetación cobra un papel primordial siguiendo todo unos parámetros de orden y simetría. Se representan abundantes motivos alegóricos en estos sobre todo alusivos al sacrificio y la comunión. Probablemente lo que más destaque de estos sea la abundante presencia de bordados de gran realce y la utilización de chapería, lentejuelas y huevecillos, todos estos elementos de lujo.



Fragmento de casulla/manipulo

Es una obra muy original pues aunque los motivos alegóricos representan las alegorías o atributos de la Pasión se ha realizado el bordado sobre color blanco, color litúrgico usado en las festividades de gloria, pudiéndose haber realizado para su uso en la celebración del Jueves Santo con el significante de la Eucaristía como memorial de la Pasión. En la calle central de la casulla, se encuentran: martillo, lanza y tenazas; corona y caña; corazón traspasado espada y corona de flores; corazón y corona de espinas En el anverso: el Sepulcro; la cruz con el sudario; la túnica; las escaleras y el hisopo; la columna y flagelos. Cada una de estas alegorías se encuentra enmarcada y bordeada por rosas rojas bordadas en sedas de colores y hojas verdes. Entre estas tajas se intercalan un juego de roleos realizados en hilo gusanillo en oro con espejuelos y del que parten espigas y hojas de parra. La cenefa que bordea todo el exterior de la pieza y la que enmarcan el cuerpo central sigue la misma tipología y técnica, así como los motivos florales de rosas y jazmines.




Foto cubre caliz y guarda corporales.

Los temas pasionistas y decoración se repiten también en el guarda corporales donde en torno al tema central constituido por la cruz y el pelícano a sus pies , se desarrolla la frase latina: quicumque manducaverit panem vel biberit calicem Domini indigne reus erit corporis et sanguinis Domini tomada de la 1 de Corintios (cualquiera que comiere este pan ó bebiere esta copa del Señor indignamente, será culpado del cuerpo y de la sangre del Señor. I Cor.11:28). El cubre cáliz presenta en el centro la Santa Faz y en los ángulos motivos de uvas y espigas. En el manípulo: el farol y los clavos.



manipulo

La cortina del sagrario está compuesta por una cenefa de idéntico estilo en sedas, espejuelos, etc, que bordea un paño bordado al realce en oro y sedas pero de época anterior y cuyo motivo central nos presenta un cáliz sobre nubes y en la parte superior el corazón traspasado cuya sangre llena la taza y en cuyo borde bebe un pájaro como representación del alma.



Cortina sagrario



miércoles, 24 de marzo de 2021

EN EL ORIGEN DE LA ORDEN: LA ANNUNZIATA DE FLORENCIA.




Historia, teología y devoción


 

El período entre los años de 1233 a 1249 transforman a un simple grupo de mercaderes  devotos de la Virgen y pertenecientes a la Sociedad Mayor de Florencia  en  una congregación:  tras un tiempo de experiencia  eremítica llevan una vida religiosa reglada;  de vivir en una cabaña fuera de los muros de la ciudad a levantar un oratorio y nuevo convento en Cafaggio ( finca )del Obispo, pasando por la soledad  de las cuevas de Monte Senario. La presencia del dominico San Pedro Mártir en 1243 en Florencia como enviado pontificio  y su relación con el grupo de los fundadores determinará esta evolución  con la adopción de la Regla de San Agustín y del hábito. 

 

Una época en que las ciudades del norte de Italia se debaten entre los partidarios del papado y los del emperador, entre católicos y los movimientos heréticos, entre nobleza y burguesía.  Guerras entre las ciudades vecinas y en las propias calles florentinas que terminarán en 1250 con la expulsión del Podesta y de los partidarios del emperador y el establecimiento de la primera república del Pueblo. Existe una estrecha relación entre el triunfo del grupo güelfo fieles a las tesis del papado y la  fundación del convento o residencia en Cafaggio:  la petición  de erigir el convento de Cafaggio es del 18 de febrero, la colocación de la primera piedra y consagración del terreno es el 25 de marzo, y la constitución de la República el 20 de octubre del mismo año.



 

La elección del misterio de la Anunciación no es aleatoria o sólo devocional, responde a una  clara defensa de la ortodoxia católica de la nueva orden, manifestación contra los herejes patarinos que negaban la maternidad divina de María. De esta forma los Siervos se ligan al partido güelfo, confesándose fieles  al magisterio de Roma y del  partido de los creadores de la Constitución florentina.

 

Según la mentalidad medieval, el día de la muerte de un hombre coincidía con el de su concepción, razón por la que para muchos el día de la muerte de Cristo era también el de su Encarnación. Aquel  25 de marzo de 1250 , primer día del año en Florencia, era Viernes Santo y coincidente con la fiesta de la Anunciación, día en que se iniciará la construcción del oratorio y convento de los Siervos de María en Cafaggio.



En la devoción al misterio de la Encarnación, los católicos florentinos confesaban en  la Virgen de la Anunciación su sentimiento de ser católicos y libres pues gran parte de los herejes valdenses, cátaros y sobretodo patarinos negaban la humanidad plena de Jesús. En pocos años el convento de la Annunziata se convirtió en el centro devocional de los florentinos, también en el archivo administrativo de la ciudad lo cual refleja el status alcanzado por la nueva casa de los Siervos de María. Pocos años más tarde cuando se inicie la reconstrucción de la catedral dedicada a Santa Restituta también se pondrá bajo la advocación de la Anunciación. Surgiendo diversas disputas por la preeminencia de la Annunziata en las grandes festividades de la ciudad y que aún hoy mantiene frente a la catedral.

 

Origen histórico y legendarios del fresco de la Annunziata




 

La existencia documentada a finales del siglo XIII de la fiesta anual de tres días en torno a la Annunziata, con predicación del obispo y la posibilidad de los sacerdotes de la Orden de absolver determinados pecados, hacen suponer que ya existía en el santuario una imagen de la Virgen de la Anunciación.

 

La leyenda fija el año 1252 como momento en el que los frailes encargan el fresco del anuncio del Ángel a María para el oratorio a Bartolommeo, un pintor desconocido, que se siente frustrado al no poder retratar con toda su belleza el rostro de la Virgen. Entró el artista en estado somnoliento  y al despertar el rostro estaba concluido y como diría siglos más tarde Miguel Ángel  : no es el arte de los pinceles, del que se hizo el rostro de la Virgen, sino una cosa verdaderamente divina (Francesco Bocchi, La imagen de la Santa Anunciación, Florencia 1592, p. 80). El fresco se ubica en la fachada interior de la iglesia, inmediatamente a la izquierda, entrando por la puerta central. Mide, en el conjunto que queda libre del marco plateado actual, m. 2,85 x 2,20. Debido a los años en los que el fresco estaba preservado por una pesada plancha de plata que sólo se descorría en algunas festividades se puede decir que ha llegado hasta nosotros en buen estado de  conservación , aunque algunos colores, como el azul del cielo y el del manto de la Virgen y el ángel, estaban muy distorsionados por la oxidación hasta su reciente restauración.

 


A partir de los primeros años del siglo XIV  los documentos no hacen más que hablar de ofrendas, lámparas, exvotos y por tanto de la institución de la Ópera que presidiría los trabajos de embellecimiento o restauración de la Capilla de la imagen prodigiosa. Durante siglos los grandes Duques de la Toscana prohibirán que se hagan copias destinadas a otros lugares fuera de Florencia. 

 

Al convertirse la pintura en la gran  devoción de la  ciudad y más tarde de toda Italia su capilla será reformada y enriquecida en diversos períodos de la historia y sujeta a los cambios de estilos artísticos imperantes en cada momento como lo demuestran las diversas consagraciones del altar, el 13 de enero de 1443 por Eugenio IV; el 1 de enero de 1452 por el cardenal Estouteville; el 14 de octubre de 1628 por el cardenal Ludovisi, arzobispo de Bolonia. De igual forma también el oratorio irá transformándose hasta construir la gran basílica que actualmente atesora el milagroso icono, favorecido por la importante familia de los Medici. 



 

 

El retablo actual repujado en plata por Egidio Leggi en el año 1600 fue encargada por el  Gran Duque Ferdinando I. Casi toda la decoración plateada de la capilla, que enmarca el fresco, ha sido restaurada y renovada a lo largo de los siglos. La parte más antigua está formada por el Friso con símbolos relacionados con los privilegios de la Virgen y el telón que simula una cortina de tela muy fina, concebido por Giulio Parigi y ejecutado por Cosimo Merlini (1629). Los dos los ángeles que sostienen la corona en la parte superior son del escultor Stefano Ricci y del platero Vincenzo Scheggi (1816); los dos brazos de plata de las columnas fueron donados por Leopoldo II de Toscana en 1839; los grandes candelabros a los lados del altar (diseño de Luigi Sabatelli) son de 1820. Finalmente, la pesada cortina o chapa de plata utilizada para cerrar el fresco nos recuerda la devoción de la última Gran Duquesa de Toscana Maria Antonietta y de su consorte Leopoldo Il .Las numerosas lámparas fueron ofrendadas por la ciudad .

 

 

lunes, 22 de marzo de 2021

LA IMAGEN DE SANTA JULIANA DE FALCONIERI REGRESA A LA FRATERNIDAD

 


Con motivo de la celebración del 750 aniversario del nacimiento de santa Juliana Falconieri nuestra Fraternidad había dispuesto diferentes actos para su conmemoración y que hubieron de suspenderse debido a la actual situación sanitaria,  aún así y recogiendo el sentir del capítulo general de hermanos expresado en diversos años, el Consejo de la Orden decidió iniciar el proceso para conseguir que la imagen de la Santa- desvinculada de la Fraternidad durante cincuenta años- retornara a la iglesia del Salvador para su culto por la Orden. Tras la solicitud a nuestro Párroco se redactó un extenso informe al que se adjuntaron declaración jurada de algunos testigos. El Grupo de Pastoral del Patrimonio de nuestra Parroquia ha gestionado y agilizado los trámites con el Arzobispado que recientemente ha autorizado el traslado de la imagen de Santa Juliana al Salvador donde vuelve a recibir culto junto a la de San Felipe Benicio y a nuestra amada Madre. La Hermandad de Nuestro Padre Jesús en la columna que ha custodiado y cuidado la imagen durante 45 años tampoco opuso objeción a las pretensiones de la Fraternidad.






Apuntes históricos

A fines de la década de los años sesenta del pasado siglo el templo del Salvador - donde se había establecido nuestra orden tercera en 1784-  sufrió una importante restauración desmontándose por criterios "decorativos" nuestro retablo donde venía recibiendo culto la imagen de María Santísima de los Dolores en unión de las imágenes de San Felipe y Santa Juliana, pareja  habitual en los altares de los Siervos de María pues constituyen el paradigma de su espiritualidad y que a veces su realización aparece como una condición en la Carta de agregación. En nuestro caso, estas imágenes son de tamaño académico y catalogadas como realizadas a fines del siglo XVIII; el  conjunto se dispersó en 1975 al disponer el entonces párroco que la imagen de santa Juliana pasara al templo filial de Santiago y se colocara - reconvertida en Santa Rita- en el ático del retablo de Nuestro Padre Jesús en la columna, sin que los terciarios servitas pudieran pronunciarse.






Durante los siguientes años y con un nuevo Párroco se colocó en el Salvador otro retablo para la Virgen de los Dolores, en el ático se colocaría la de San Felipe Benicio. La exposición organizada por nuestra Fraternidad  en  2008 facilitó el regresó la imagen de la Santa a nuestro templo y se volvió a solicitar su regreso definitivo que entonces se nos negó.  En los últimos capítulos generales celebrados por nuestra Fraternidad los hermanos han venido solicitando su restitución.



Agradecer a todos cuantos de buena fe en caridad y justicia han trabajado para hacer posible este deseo largamente esperado.

sábado, 20 de marzo de 2021

NUEVA PRESEA PARA LA SANTÍSIMA VIRGEN

 


La imagen de María Santísima de los Dolores luce sobre su pecherín durante los cultos un nuevo conjunto de joyería que le ha sido recientemente ofrendada por una familia de nuestra Fraternidad.



La presea ha sido realizada exprofeso por la Joyería El Toisón de Sevilla siguiendo los motivos ornamentales de nuestro  palio tal como se recoge en el certificado de calidades: "Inspirados los diseños en la personal orfebrería del paso de palio de María Santísima de los Dolores se realiza esta singular cruz pectoral de corte renacentista. Un gran óvalo central se abre para acoger una antigua medalla de la Virgen de Gracia y San Juan Grande engarzada en oro. Formas rectilíneas componen los brazos de la cruz entrelazándose con grifos . Cuatro topacios azules dan la nota de color a los cuatro brazos de la cruz."



La cadena que sostiene la cruz se compone de 29 eslabones decorados cada uno con topacios de color  azul. Toda la obra ha sido realizada en plata en su color, a excepción de la antigua medalla enmarcada en oro, pieza de gran rareza al no conocerse ninguna más de las acuñadas con motivo de la beatificación del carmonense  San Juan Grande en 1853.





jueves, 18 de marzo de 2021

SOLEMNE SEPTENARIO CON MOTIVO DE LA FESTIVIDAD DE SANTA MARÍA AL PIE DE LA CRUZ

 


Nuestra   Fraternidad inicia en la festividad de San José sus tradicionales cultos en honor de María Santísima de los Dolores en el templo del Salvador.

 

SOLEMNE SEPTENARIO DOLOROSO

 

Tendrán lugar entre los días 19 y 25 de marzo a las 19 horas presidiendo la Eucaristía el Rvdo. P. Don José Iván Martín Pascual, pbro., Vicario parroquial de Santa María del Alcor.

Todos los días se rezará la Corona Dolorosa y la oración a San José, que se aplicará por todos los enfermos y afectados por la pandemia.

Con motivo de las solemnidades del bendito San José, co-Patrón de la Orden y de la Anunciación a Santa María Virgen se celebrarán función solemne.  

 

FESTIVIDAD DE SANTA MARÍA AL PIE DE LA CRUZ

En este día, Viernes de Dolores, el templo del Salvador estará abierto a los fieles para la veneración de la Santísima Virgen de los Dolores, Patrona de la Orden de los Siervos, en horario de 10:30 hrs. a 13:30 hrs. y de 18: 00  hrs. a  20:30 hrs.

A las 12:00 hrs. SALUTACIÓN MARIANA Y REZO DEL ÁNGELUS.

A las 18:45 hrs. Rezo de la CORONA DOLOROSA

A continuación se celebrará SOLEMNE FUNCIÓN PARROQUIAL

con celebración de la Eucaristía  que presidirá el Rvdo. P. Don José Ignacio Árias

Párroco de Santa María y Corrector Espiritual de la Fraternidad.

 

RETRASMISIÓN DE LOS CULTOS.

En atención a las medidas sanitarias imperantes en nuestros días así como de limitación de aforo existentes para las celebraciones litúrgicas, comunicamos la retransmisión en directo del Solemne Septenario Doloroso en honor a nuestra Madre y Patrona Soberana, Ntra. Sra. de a través de nuestros Canales de Facebook y YouTube.

 



Estas labores correrán cargo de BMM Producciones de Mairena del Alcor que realizará un gran despliegue de medios para cubrir en directo estos  cultos.

 

Los hermanos, fieles y devotos pueden  suscribirse  (gratuita) al canal de YouTube de nuestra Fraternidad: https://youtube.com/channel/UCuuOmo3rDtbopWOcxZEAeRA desde donde se podrá seguir la retrasmisión.

 

NOVEDADES

.- Para estos cultos  la imagen de la Santísima Virgen se encuentra colocada en su paso de salida disponiéndose la candelería a imitación de los antiguos palios.

lunes, 15 de marzo de 2021

CONMEMORACIÓN FUNDACIÓN DE LA ORDEN TERCERA DE LOS SIERVOS

Cada año el 16 de marzo se conmemora la concesión de la Bula Sedis apostolicae providentia por el pontífice Martín V mediante la cual se dotaba de Regla propia como terciarios a los hombres y mujeres que participaban de la vida de los religiosos y vivían según el carisma de la orden de los Siervos de María, de esta forma se regulaba un fenómeno existente desde los propios orígenes de la orden, la presencia de seglares que eran acogidos litúrgicamente por los religiosos y que con el paso de los años habían ido conformando la consortio - grupo de seglares que participan comprometidos de la vida de los religiosos- antes de 1424 y que eran considerados como co-hermanos de los frailes. 
 Los Siervos de María al igual que las demás órdenes mendicantes responde a los deseos espirituales de los laicos que se acercan a los conventos para vivir su espiritualidad, pero que en el caso de los siervos además es una realidad nacida en la propia vocación de los fundadores. La aprobación definitiva de los Siervos de María en 1304 por el papa Benedicto XI abre una fase importante en la vida de la Orden, que se va a prolongar hasta la primera mitad del siglo XV una época en la que los frailes se relacionan con los laicos y les ofrecen oportunidades diferentes de vida espiritual. La presencia de oblatos, de confraternidades de varios tipos, grupos femeninos, etc en los conventos es signo de esa vitalidad y que nos presentan esta época como un periodo complementario a la de los orígenes. 
 

 
 Numerosos documentos identifican diferentes modalidades jurídicas en las que los seglares entraban a formar parte de las comunidades religiosas manteniendo además su realidad laical, desde los primeros oblatos como es el caso -el más antiguo conocido por el momento- de Arrigo de Baldobino en 1265 en el convento servita de Florencia, amigo personal de los Siete Fundadores con los que colaboró para adquirir el terreno de Cafarggio. La figura del oblato sigue el prototipo creado por los benedictinos pero con características propias, pues en este caso se trata de laicos que se retiran en el convento en calidad de conversos y devotos pero donando sus bienes a los frailes y asumiendo, al menos en parte, las obligaciones de la vida religiosa. Junto con las actas de oblación también se pueden constatar la presencia de hombres acogidos en las comunidades con "hospitalidad litúrgica" e íntimamente participantes de la vida de la Orden, permitiéndose además la adscripción de mujeres y hasta de familias completas. otras fórmulas o denominaciones para este fenómeno es de "pinzochera", penitente, converso, famulus conversus, familiar, servitor... destacándose siempre en nuestro caso la presencia en estas actas de ingreso la referencia a su deseo de dedicación " a la Santísima Virgen o a la Virgen Gloriosa su Madre". El oblato asume el mantenimiento del estado laical y la vida ‘en el mundo’ y la posibilidad de que se pudiera o no vestir el hábito. Hombres , mujeres, familias viven en comunión pero no siempre en común con los frailes según el estatuto propio de los oblatos. Los hombres son acogidos en el convento, las mujeres en casas de propiedad conventual. 
Tras la celebración del II Concilio de Lyon (1274) la Orden se encuentra con una normativa que la aproximan a la extinción determinada por su naturaleza mendicante y la imposibilidad dser admitida por la Iglesia como una nueva congregación con este carácter; el fenómeno de los oblatos con la entrega de sus posesiones a la orden, posibilita a ésta adquirir propiedades y reafirmar su no oposición a mantener propiedades. Bajo el generalato de fray Piero de Todi (1314-1344) crece además el número de mujeres que ingresan como oblatas. Es también la época en la se inicia la apertura de la Orden al mundo femenino que entre 1327 y 1332 fundará las comunidades de sórores en Siena y Florencia. 
Tras la gran epidemia de la peste se documenta la presencia de laicos sobretodo hombres que viven con los frailes pero que no han emitido ningún tipo de oblación y los conventos se encargan de su mantenimiento junto con otras personas pobres o necesitados de protección y ayuda. 
 Entre 1403 y 1408 se habla en algunos documentos de hermanos o hermanas de la "tercera orden" pero faltaban aún veinte años para que la Santa Sede concediera la regla para estos hermanos y su reconocimiento legal. Pero se utiliza ya una terminología tomada de otras órdenes mendicantes que ya cuentan con la tercera orden. 
En los cincuenta años previos a la Bula de Martín V y que transcurren entre el capítulo general de Pistoia 1374 y el de Roma de 1424 se acelera la creación de órdenes terceras para los mendicantes, la orden - tras su definitivo reconocimiento legal- tomará la misma resolución que dominicos, franciscanos o carmelitas de organizar a los laicos que viven junto a los religiosos. Este fenómeno se desarrolla durante el gran cisma y la residencia de los papas en Aviñón (1309-1377) que fomenta el desarrollo de una nueva devoción, más individual, y de una acción de reforma promovida por el papado a través de los terciarios. La elección de Martín V en 1417, que había sido cardenal protector y que tenía en gran estima al prior general Estéfano de Sansepulcro, permitirá a la Orden recuperar su carácter como mendicante a todos los efectos. Tras el Concilio de Siena el General se traslada a Roma para pedir a Martín V, la confirmación de una regla de vida que los hermanos y hermanas de la consortio de los Siervos ya siguen y que de hecho corresponde al esquema en uso con los frailes Predicadores. 
Los miembros de la consortio provienen de las compañías laicales marianas que giraban en torno a los conventos y la aportación del «movimiento devoto femenino llamado de las manteletas». El 16 de marzo de 1424, es promulgada la carta Sedis apostolicae providentia, que constata la pre-existencia de hermanos y hermanas pero no nos permite entender en qué relación se encuentra el texto aprobado por Martín V con la experiencia anterior y en la que se ha constatado la existencia desde siglo y medio antes. 
 

 
Foto Martin V 
 
Características de la Regla de 1424 
 
Martín V provee en la bula de constitución de los terciarios Siervos de María de un articulado que viene a regular el tipo de vida de estos y que es parecida a la de los dominicos, aprobada en 1405. 
La similitud responde al deseo de la Santa Sede de no crear un cúmulo demasiado numeroso de formas de vida y fragmentar excesivamente el mundo laical. 
El texto se articula en 22 capítulos y presenta un modelo de vida basado en la fraternidad, la oración y pobreza, propuesto a personas de diferentes cultura, estrato social y profesión. La aprobación de la regla se enmarca canónicamente «los grupos o las comunidades locales, especialmente femeninas, que se encuentran entorno de algún tiempo en la órbita de la Orden» Al terciario se le pide una vida honesta y gozar de buena fama, en el plano de la fe y de la moral. Al contrario de la oblación, la fórmula de profesión, igual para hombres y mujeres, no contiene ninguna promesa, sino se limita a declarar públicamente la voluntad de vivir hasta la muerte según el estilo y regla de los hermanos y hermanas de la Orden (cap. 4). Al profeso, sea hombre que mujer, se le prohíbe dejar la Orden, pero se ha hecho posible el paso a la Orden aprobada que profese los tres votos solemnes (cap. 5). 
.- La admisión en la fraternidad sucede por medio del rito de vestición, en el capítulo de la fraternidad misma o en la iglesia, frente al altar mayor. Al vestir el hábito el hermano refleja la sobriedad de vida al cual se atiene el terciario: túnica negra, «Todos los hermanos y hermanas de la fraternidad vistan de paño negro, sin ninguna elegancia en el color y en el valor del hábito, como conviene al decoro de los siervos de Cristo y de la Beata María. Las túnicas tengan mangas largas hasta el puño, estrechas y cerradas; las hermanas tengan cinturas solo de cuero. También en las bolsas, en los zapatos y en todo el vestuario eviten toda vanidad mundana. Los velos además y las vendas de las hermanas sean de tela blanca, lino o cáñamo. (cap. 2). .
- El superior de la fraternidad es el prior conventual, que cuenta con la figura de un fraile sacerdote que es el corrector de los laicos. Las fraternidades femeninas tienen también una priora, en la cual elección se procede como para la elección del corrector. La priora es obligada a visitar con solicitud la iglesia, animar a las hermanas en la observancia de la regla, evitando en la actitud y vestido lo que pueda disturbar a alguien, y vigilar para que las hermanas, especialmente las más jóvenes, no estrechen amistad con un hombre, a menos que no se trate de un pariente al menos de tercer grado y de buena fama. .
- Todos los hermanos y hermanas están obligados, a menos que no se hayan impedidos por enfermedad- a realizar las oraciones diarias de la liturgioa monástica pero sustituyendo los salmos por la recitación del Pater noster y Ave María . Aunque en algunos tiempos litúrgicos pueden rezar los salmos o el Credo . .
- En las comidas se bendice la mesa con una Pater noster y se agradece con la misma oración o con el salmo Miserere mei Deus o Laudate. 
.- En las reuniones mensuales de los hermanos, que se realiza en la iglesia de los frailes Siervos, la escucha de la palabra de Dios ocupa un lugar central, y el prior, o el vicario, explican la regla. Las hermanas se reúnen el primer viernes del mes, los hermanos en el día establecido por el prior. 
- La vida de los terciarios determina también ayunos, abstinencias, silencio y desapego de todo vínculo mundano, como las fiestas de bodas, comidas, bailes y espectáculos; también la salida de la ciudad, del pueblo o de la casa, incluso la peregrinación, tiene que ser autorizada por el prior, por el vicario o por el corrector. .
- La solidaridad se presenta en la atención a los hermanos enfermos, sobre todo los pobres y se manifiesta igualmente en el momento de la muerte, con la participación de todos los hermanos de la ciudad o pueblo a las exequias del difunto. .
- A pesar de pertenecer a una Orden Religiosa la regla prescribe la visita a la iglesia parroquial y al respectivo obispo y sacerdotes y el deber de absolución de las obligaciones en relación de la parroquia .- .
- El terciario además se le prohíbe el uso de armas, excepto en el caso de defensa de la fe cristiana u otra razonable causa, pero siempre con el permiso del 
 

 

miércoles, 10 de marzo de 2021

NUEVA INCORPORACIÓN A NUESTRO ARCHIVO HISTÓRICO: MANUAL DE LA CORONA DOLOROSA DE 1888

 


Recientemente hemos recibido la donación de un ejemplar de la práctica devocional de la Corona Dolorosa, tal como la practicaban los hermanos de la Tercera Orden servita de Carmona en el siglo XIX.  Hasta este momento desconocíamos la existencia de este u otros manuales de la corona editados por la V.O.T. , práctica devota que los siervos de María del Salvador hemos mantenido siempre a través de los siglos y que  ha constituido una devoción distintiva de nuestra  especial espiritualidad.

Se trata de un pequeño opúsculo en aproximadamente formato A6 - 10 x 15 cm -, con una portadilla en color malva donde aparece el título de la obra que también se reproduce con idéntica tipografía en la portada interior, aunque en la portadilla  va enmarcada por una cenefa modernista : "+ CORONA DOLOROSA- MEDITACIONES, PONDERACIÓN Y AFECTOS/ DE LOS /SIETE DOLORES /DE LA VIRGEN SANTÍSIMA/ QUE LA CONGREGACIÓN/ DEL VENERABLE ORDEN TERCERO DE SIERVOS DE MARÍA/ VENERA/ EN LA REAL PARROQUIA DEL SALVADOR/ DE ESTA CIUDAD". En la contraportada dibujo de cruz orlada de resplandor, sobre tres cabezas de ángeles y enmarcada por cenefa de trazos neogóticos.

La obra está fechada  en la parte inferior de la portadilla y portada interior "CARMONA.-1888" editada en esta ciudad en el "Establecimiento Tipográfico de LA REVISTA, Sancho-Ibáñez 16" en Carmona.



Breve descripción de la práctica

El librito divide en dos partes el formulario, en primer lugar el rezo propiamente dicho de la corona tal como se rezaba en los actos comunitarios, pues se inicia con la siguiente fórmula: "COMIENZA EL GORRECTOR", el corrector era el superior de la orden tercera: hermano sacerdote elegido por la fraternidad hasta que a primeros del siglo XX  sería ya ocupado por  un hermano seglar. La fórmula de inicio era "Deus in adjutorium meum intende", con la respuesta: "Domine ad adjuvandum me festina," primer verso del Salmo 69. Estas palabras forman la oración introductoria a cada hora de los breviarios romanos, monásticos y ambrosianos, excepto durante los últimos tres días de la Semana Santa y en el oficio de difuntos. Mientras se recitan, o se cantan, todos los presentes se persignan con la Señal de la Cruz. La tradición dice que San Benito introdujo esta costumbre en el oficio monástico y que San Gregorio I la extendió a todas las iglesias romanas. Juan Casiano (Coll., X, 10), sin embargo, dice que desde los primeros tiempos cristianos los monjes usaron esta introducción muy frecuentemente, probablemente fuera de las oraciones litúrgicas. Al poner esta súplica al comienzo de cada hora, los servitas carmonenses imploraban  la ayuda de Dios contra las distracciones en la oración.

A continuación viene en el formulario el OFRECIMIENTO que recoge los textos  devotos sobre cada uno de los Siete Dolores dándose la curiosidad de que en cada uno de ellos se rezaba una decena de Ave Marías y no la septena como ahora,  a pesar de que algunos de las antiguas hermanas poseían el rosario o corona de siete misterios con las siete cuentas. A continuación una vez terminado el rezo de los dolores se añadía en las tres Ave Marías una oración de súplica por el perdón de los pecados : "... os pedimos amorosísima Madre que nos alcancéis de su Magestad un copioso don de lágrimas, para llorar nuestras culpas, y alcanzar por vuestros Dolores, y los de vuestro Divino Hijo, el perdón de todas ellas, para así asegurarnos el premio eterno de la Bienaventuranza. Amén". 



El rezo de la Corona concluía con el "Ofrecimiento de la Corona", una extensa oración que tomando como ejemplo la mansedumbre y confianza de la María en todos sus dolores rogaba a la Virgen dolorosa:  "os suplico, nos alcancéis caridad y fervor en la Oración, paciencia en los trabajos, humildad con las afrentas, esfuerzo en las aflicciones, perseverancia en el bien obrar, una buena y acordada muerte..." terminando la oración con el agradecimiento de los favores recibidos  "nos continuéis estos favores y nos seáis verdadera Madre y Señora, pues en todo estamos á vuestra cuenta. Amén" , continuándose con la Letanía.

La segunda parte del oracional recoge, tras enunciar cada uno de los Dolores, tres prontuarios, compuestos de:

.- Consideración: inicia siempre con la palabra "consideremos" para presentar los textos evangélicos donde cada uno de los dolores se recogen o se inspiran. 

.- Ponderación: Del latín ponderatio, se trata de una consideración espiritual sobre cómo María vivió cada uno de los momentos dolorosos y en el que se invoca la atención de los hermanos con formulas como "Ponderemos, Consiervos amados..." "dilectísimos hermanos", "fervorosísimos Hermanos" o "almas devotas"

.- Afectos después de la Meditación.  Se intuye que tras la "ponderación" debía existir un tiempo para la reflexión mental, concluyéndose con la recitación de una oración de súplica a Nuestra Señora a la que se invoca como "¡ Ó Dolorosísima Madre!, ¡ Ó afligida y desconsolada Madre!, ¡ Ó afligidísima Virgen! ¡ Ó Madre piadosísima !... invocaciones que se repiten para conseguir en los fieles un estado co-doliente y de piedad con la imagen de la Virgen Dolorosa de la que se procura " aprenda a sentir vuestros dolores y las ausencias de Dios en mi alma... os acompañe  compasivo en vuestra dolorosa soledad, hasta que mediante vuestra poderosa intercesión, vaya a gozar vuestra amable compañía y la de vuestro Santísimo Hijo y mi Soberano Redentor. Amén."

jueves, 4 de marzo de 2021

NUEVAS DONACIONES PARA LA IMAGEN DEL DULCE NOMBRE





Con motivo de la cuaresma la imagen del Niño Jesús luce  una nueva túnica en seda de color morado y oro, un tejido realizado por la reconocida firma  Blagovest (Moscú) especialistas en la liturgia  ortodoxa. El corte sigue el patrón de los antiguos ropones o túnicas loberas con cola. Se completa con galón en plata del siglo XIX. Ha sido confeccionada por su camarera Rosario Pérez.





Estrena igualmente  nuevo juego de potencias en plata del siglo XVIII y un conjunto de atributos pasionales que luce en  su mano, realizado en plata y compuesto por corona de espinas del XVIII, Cruz relicario de época barroca en madera de cedro y caoba. Ambas piezas han sido restauradas por Jesús Domínguez.  El hisopo y la lanza son de nueva realización. 





El conjunto de potencias y corona se encontraban en pésimas condiciones de conservación cuando nos fue donado hace ya algunos años. La obra está marcada por el orfebre Juan Ruiz  nacido en  Utrera, hijo del platero natural de Carmona Manuel Ruiz y de Gertrudiz de Escacena. Alcanzó el grado de platería el 17 de mayo de 1754. Se datan obras suyas hasta 1817.