martes, 7 de abril de 2020

EL SEPTENARIO DE LA ORDEN TERCERA SERVITA EN 1920.



La difícil situación social
Durante los años 1917/20 se produce en España, tras el triunfo de la Revolución en Rusia, el denominado "Trienio Bolchevique” que auguraba el triunfo del proletariado; en nuestra zona se manifestó con  ataques anarquistas en el campo así como con virulentas huelgas campesinas y de artesanos. El estado de conflictividad social en España se acelera por la escasez y carestía de subsistencias como consecuencia de las exportaciones a los países beligerantes de la Primera Guerra Mundial; los precios en alimentos tan básicos como el kilo de pan pasó de  0,26 Cént. a 0,86 en unos meses. El índice de los precios supuso un aumento del 123% alcanzando así su máximo histórico en décadas y produciendo diferentes hambrunas. La inestabilidad política fue en aumento: celebración de tres elecciones sucesivas sin llegar a formar Gobierno, la guerra de Marruecos, la pandemia de Gripe Española, dejó sin respuestas y medidas políticas a las reclamaciones del campesinado.
El jornal para los hombres no superaba de promedio entre los artesanos y dependientes las 670 pts. al año - unas 2 pesetas de jornal- y que en el caso de los campesinos eran aun más bajos -normalmente se pagaba una parte en metálico y la otra en alimentos que se reducen a pan, aceite y legumbres.



La contabilidad de la Orden Tercera en 1920
A través de las Actas de los cabildos generales conocemos como la Orden Tercera mantuvo la normalidad en su vida corporativa durante esos años: nombramiento anual de Oficiales, cultos, restauraciones, administración de fondos...pero nos falta el acta del año 1920 en el que quizás no se reunieron debido a la situación de inestabilidad social,  no hay que olvidar que los hermanos terciarios pertenecían a familias de la burguesía local y propietarias agrícolas. Sin embargo por los asientos en el Libro de Cuentas se deduce que la vida cultual siguió con total normalidad, siendo el Hermano Mayor Don José Gavira y el Tesorero Don Diego Díaz (nombrados en 1917).
El ejercicio económico anual se iniciaba en el mes de mayo y se extendía hasta final de abril del siguiente año. En esos meses de 1919/20 la Orden Tercera tuvo unos ingresos de 2.057 pesetas con 25 céntimos, provenientes: "la cobranza de hermanos del año 1919" (231.25 pts.); limosna para los jubileos del Santísimo que abonaban respectivamente seis familias (190 pts.) y un donativo para los cultos de 1.275 pts., cantidad muy considerable pues equivalía al salario anual de dos trabajadores cualificados. Durante esta época se había recibido el generoso donativo que la camarera de la Virgen, Doña Francisca Vidal había legado para el culto de la imagen en 1918 y que tras el pago de los impuestos habían dejado la cantidad de 4.149 pts. (se irán empleando en años posteriores en el pasado de la  saya en el taller de Hijos de Olmo (800 pts.), en una peana en el taller de José Gil (475), en el pasado y aumento del manto,  arreglo del retablo de la Virgen... )


La organización y costes del Septenario
En el apartado de gastos,  la mayor parte estaba dedicada al septenario y al Viernes de Dolores: alcanzó en ese año a 1.951,5 pts. Las diferentes pagos hemos podido agruparlas en las siguientes partidas:
- Instalación del aparato de altar (248 pts.): los portes de los traslados de diferentes piezas  que lo componían como los estrados, barandas, credencias, etc. y los repiques de esos días ascendían a 143 pts.(suponía la contratación de siete hombres tal como se apunta en otros años), más las 75 pts. pagadas al  sacristán y montador José Carreras. En esta ocasión no aparece el apunte del blanqueo, limpieza del templo y las tribunas.
- Adorno del altar ( 341 pts.). La cera era de dos tipos: la de abeja - adquirida ese año a Antonio Fernández- (103 pts.) y la de estearica de los señores Prieto Carreño (165 pts) - se trata de un aglutinante adquirido todos los años en Barcelona como aditivo para endurecer las velas y que duraran más tiempo encendidas - . Este ahorro en  la cera se facilitaba también mediante unos cilindros de madera  terminados en un casquete de chapa donde se colocaban los cabos de velas, este año se adquirieron "unos palos pintados de blanco " para ese fin (63 pts.) y los ramos de flores que facilitaban anualmente las religiosas Descalzas (10 pts.).
- Predicador (575 pts.). Los terciarios contaban siempre con importantes oradores de reconocido prestigio para el septenario, ya que el culto consistía en la Exposición del Santísimo y una larga consideración por parte del sacerdote. En esa época tuvo como predicadores al Padre Tarín, el superior de los redentoristas de Madrid, o  canónigos magistrales de diversas catedrales española. En 1920 será el canónigo de Cádiz Don Teodoro Molina que llegaría a ser Deán de esa Sede y de la de Jerez - ciudades donde ha contado con sendas calles- . Su viaje desde Cádiz supuso un coste de 75 pts. destinándose las quinientas pesetas a su estipendio. El alojamiento del sacerdote correspondía a algún miembro de la Orden y algunos años se anotan las propinas al servicio doméstico que tenía a su cuidado el predicador.
- Misa cantada del Viernes de Dolores (17 pts.). Como culminación del septenario se celebraban dos misas en la fiesta de la Virgen: una de Comunión General a primera horas del día (rezada) y otra a media mañana que era solemne y cantada por el sacerdote de la Parroquia y predicada por el orador del septenario.


- Música (500 pts.). Apartado importantísimo en todos los cultos de los Siervos era la música; futo de ello es el importante archivo musical que conserva la Orden en Carmona compuesto de multitud de misas solemnes de importantes compositores, cantos litúrgicos y coplas propias. Para la ejecución de estas piezas se contaba con un grupo de hermanos músicos y cantantes a los que se unían algunos solistas contratados en Sevilla, profesores del conservatorio o de la Catedral, en 1920 fueron el Tenor Luis García (149 pts.) al que se abonaron varios viajes y el Bajo Rafael Rodríguez (135 pts.), el alojamiento de ambos ascendió a 156 pts. El Organista, que pudiera ser el de la parroquia, se le gratificó con 40 pts.
Durante el año también se contrataban cantores para las misas, función y procesiones, que este año arrojó un gasto de 60 pts.
- Derechos Parroquiales y Misa del Viernes de Dolores.(249 pts.).  Se detalla el total de lo abonado a la parroquia por la celebración de los cultos - aproximadamente rondaba anualmente: 70 pts. el septenario y 30 pts. por la Función principal, 20 pts. por cada uno de los siete Jubileos al año, 12 pts. por la procesión  claustral-.
- Otros gastos (28 pts.) dedicados a sufragar las convocatorias de cultos (15 pts.) y (13 pts.) el pago de luz eléctrica que pocos años antes se había colocado en el camarín.
El resto de gastos anuales se repartía entre las numerosas misas por cada hermano fallecido, los jubileos, y las misas de los primeros viernes que eran abonadas por diferentes devotos.
El promedio de gasto del septenario en torno a los años de 1920 es de 1.800 pts. anuales, el equivalente a  tres salarios medios en ese momento, eso nos arrojaría en la actualidad teniendo como bases el promedio del  salario actual en una inversión actual de unos 30.000 €. Siguiendo los porcentajes del IPC supondría hoy en día una cantidad aproximada de unos 19.000 € cantidad exorbitada si se tiene en cuenta en 1920 la   economía de subsistencia del 70% de la población en 1920.


Fuentes:
A.O.T.S.C (Archivo Orden Tercera Siervos de Carmona)
-Libro Tercero de cuentas del Venerable Orden Tercero de Siervos de María Santísima de los Dolores - se inicua en 1898 y ocupa hasta el 31 de abril de 1931-.
- Libro de acuerdos del V.O.T. S año 1851. Ocupa hasta 1929.
Bibliografía:
-LA INFLACIÓN EN ESPAÑA. UN ÍNDICE DE PRECIOS DE CONSUMO, 1830-2012 Jordi Maluquer de Motes Estudios de Historia Económica. Banco de España

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