Al finalizar la peregrinación
corporativa por el Año Jubilar de la Virgen de Gracia el próximo domingo día 18,
nuestra Orden Seglar realizará la entrega
de una pértiga del siglo XVII - pertenece al acervo patrimonial de
nuestra Parroquia- y que se ha restaurado a cargo de nuestra
fraternidad.
El pasado año recibimos de
nuestra Parroquia las antiguas varas del palio sacramental del Salvador que se
encontraban en desuso desde hacía más de un siglo y almacenadas junto con otros
enseres, entonces pudimos descubrir una importante pieza que se encontraba
desmontada y en muy mal estado de conservación: se trataba de una de las
pértigas perteneciente a un juego de cuatro que posee el templo Prioral y que
han sido fechadas en 1650, tanto por María Jesús Mejías como anteriormente en
el catálogo provincial de Hernández Díaz. Nuestra Fraternidad, de acuerdo con la
Pastoral de Patrimonio de la Parroquia, decidió emprender y promover su
restauración que se encomendó al orfebre Jesús Domínguez y se ha financiado gracias
a la ayuda de algunos hermanos.
La calidad artística del conjunto
al que pertenece la pieza, lo hizo figurar en el Salón de Arte Antiguo de la
Exposición Hispano-Americana de 1929 ( Núm. Catálogo 755 y 756). Desconocemos en qué momento esta pértiga
sufrió la pérdida del remate y pináculo
que la corona, situación que llevó a que todos sus elementos estuvieran sueltos;
los cañones presentaban abolladuras por no haber estado bien conservadas en su
almacenaje, igualmente unos y otros se habían machacado en sus piezas de
ajuste, perdiendo algunas la anillos de refuerzo; la cabeza o templete
hexagonal presentaba todas sus piezas sueltas habiendo perdido algunas de sus
pequeñas asitas; la cúpula también tenía zonas rehundidas y faltaba la pieza de
bronce superior que ajustaba toda la pieza.
La obra mide 190 de altura,
realizada íntegramente en plata. La vara no corresponde a la ejecución del
templete superior ya que este tipo de pieza sufre mucho durante las procesiones
y suelen cambiarse sus cañones por deterioro: en este caso son ocho piezas del
siglo XVIII que presentan decoración de tallos, flores y capullos realizados
con mucha jugosidad. La cabeza imita un
templete en el que se han colocado relieves con figuras de obispos y mujeres
mártires que quizás representen a los santos Isidoro, Fulgencio y Leandro,
mientras que las figuras femeninas pueden tratarse de las mártires Justa y
Rufina, ya que aparecen a sus pies los significativos barros.
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