8
de mayo. Memoria opcional para los Siervos de María.
"
En tu misericordia has realizado grandes cosas en su Madre, la Bienaventurada
Virgen María: la has constituido madre y abogada nuestra, para que en ella los
afligidos encontraran consuelo, los enfermos salud, los pobres ayuda, los
pecadores refugio, todos los hombres misericordia y gracia. Por eso, con los
ángeles y los arcángeles y con todos los coros celestiales, cantamos sin cesar
el himno de tu gloria" canta el prefacio
de la Misa que en el año 1971, aprobó la Sagrada Congregación para el Culto
Divino y que se encuentra en el Misal de la Orden de los Siervos con el título de Beataae Mariae Virginis
gratiae Matris ac Mediatricis que, en fiel armonía con la doctrina del Concilio
Vaticano II, conmemora a la vez la función maternal y el papel mediador de la Santísima
Virgen. Los textos eucológicos - de las oraciones de la
liturgia- son de gran importancia para definir el papel de María como Mediadora
o asociada a Cristo.
Concesión
de la Misa y Oficio Litúrgico de la memoria litúrgica. 1918
La celebración de esta Misa se debe al movimiento mariano
mediacionista que inició en Bélgica el Cardenal Mercier en la segunda mitad del
XIX. El episcopado de ese país en unión del clero, universidades, etc. elevó en
1913 una súplica a San Pío X para que fuera elevada la Mediación a rango de
Dogma. En 1918 se concede la Misa y el Oficio de la Virgen Mediadora de Todas
las Gracias a la Iglesia belga y con posterioridad a algunas órdenes religiosas
y diócesis, en la de Sevilla se concedió en 1980 como memoria obligatoria para
el 5 de agosto.
La
Mediación de María en el Concilio Vaticano II.
En el primer esquema presentado a los Padres conciliares se
desarrollaba este tema en el depósito de la Fe aunque la última sitúa la
mariología en la historia de la salvación, mientras que el proyecto primero
partía del magisterio de la Iglesia. El
tema fue muy debatido a lo largo de todo el Concilio y aprobado el 21 de
noviembre de 1964 e incluido en el C. VIII
de Lumen Gentium. Aunque la palabra «mediadora» sólo aparece una vez en todo
el capítulo, sin embargo la idea de la mediación de María está presente de modo
constante en todo el texto. No podía ser de otro modo tratándose de una
realidad o función inseparable de su misión maternal: "Por este motivo, la Santísima Virgen es invocada
en la Iglesia con los títulos de Abogada, Auxiliadora, Socorro, Mediadora. Lo
cual, sin embargo, ha de entenderse de tal manera que no reste ni añada nada a
la dignidad y eficacia de Cristo, único Mediador” (LG 62). Temas que
inspiran y desarrolla la iconografía de nuestro Palio.
Misa
de la B.V.M. Madre de la Gracia y Mediadora. 1971
La Congregación para el
Culto Divino aprobó en 1971 los textos de esta Misa en la que se conjunta el
papel maternal de María con su mediación, cuyos textos eucológicos se encuentran
en el Misal de la Virgen con el número 30. No aparece en el Calendario Universal de la
Iglesia pero se celebra en multitud de Diócesis y aparece en los misales de
diferentes órdenes que lo han solicitado, como es en el caso de los Siervos de
María concedida como Memoria para el 8
de mayo. Con pequeñas variantes -como es
en nuestro caso en el que cambia el texto del prefacio- el esquema general nos presenta a la santísima Virgen, «madre y
medianera de gracia», porque Dios Padre, «por misterioso designio de (su)
providencia» (Colecta: cf. Prefacio), la asoció a la obra de la redención
humana (cf. Colecta, Prefacio.) Madre de la gracia es la Virgen maría, porque
llevó «en (su) seno virginal al Dios y hombre verdadero» (Antífona de entrada)
y nos dio al mismo «Autor de la gracia» (Colecta; cf. Aleluya). Medianera de la
gracia es la Virgen María, porque estuvo asociada a Cristo en la obra de
procurarnos la gracia suprema, esto es, la redención y la salvación, la vida
divina y la gloria sin fin (cf. LG 61). En el formulario la «mediación» de la
santísima Virgen es rectamente interpretada como una «generosa entrega de amor
de madre» (Prefacio): «de intercesión y de gracia, / de súplica y de perdón, /
de reconciliación y de paz» (Prefacio).
Origen histórico y evolución del tema de la Mediación. Siglos
III/XIX
Aunque es una verdad no definida, la mediación de la Virgen es una
creencia que se desarrolla a partir de la solicitud maternal de María por todo
el género humano en la misión redentora de su Hijo, que forma un todo con ella,
y se extiende a todas las gracias que nos ha adquirido Cristo. El pueblo
cristiano la ha celebrado desde tiempo inmemorial: por ejemplo la oración Sub tuum praesidium,
escrita en griego aproximadamente en el 250 y otra oración
de Efrén de Siria (306-373) afirma: Después
del mediador, la mediadora de todo el mundo. En el siglo VII está ampliamente
desarrollada en los escritos del Doctor de la Mediación que es San Germán de
Constantinopla. Las advocaciones marianas
de Amparo, Auxiliadora,
Consolación, Gracias, Merced, Milagro, Misericordia, Patrocinio, Providencia,
Refugio, Remedio, Socorro, plasman la mediación. La himnología medieval occidental canta el
papel de María como abogada y mediadora, las predicaciones de san Bernardino
ayudaron a extender esta doctrina que se incluye en la segunda parte del
avemaría.
En nuestro país el Rey Felipe IV solicitó la fiesta del Patrocinio
de la Virgen y que le fue concedida por el Papa
Alejandro VII en 1656, recogiendo la herencia de la piedad medieval y
los antecedentes en la liturgia hispánica.
A partir de la segunda mitad del siglo XVIII la
mariología conocerá un auge inaudito que
buscará la declaración de varios dogmas marianos.
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