Durante el pasado año la
Corporación celebró el III Centenario de la agregación de la congregación de la
Virgen de los Dolores de Sevilla a la Orden de los Siervos de María y la
creación de la Orden Tercera en la capital que tuvo lugar en 1720 y que produjo
en la Diócesis una sinergia devocional
que generó la expansión de la
espiritualidad servita en numerosas
poblaciones.
Nuestra Orden Seglar decidió desde
el primer momento cursar visita con este motivo a la Real Cofradía pero las
circunstancias generadas por la pandemia ha venido impidiendo esta celebración. Con motivo de la fiesta de Santa Juliana nos reunimos en la capilla de San Marcos para
celebrar la memoria de nuestra Santa y ofrecer a la Santísima Virgen de los
Dolores nuestra ofrenda/recuerdo consistente en un sudario realizado en un
antiguo tejido de hilo italiano con
encaje y entredós de tipo Almagro de hacia 1940. Se presentó con una bolsa donde estaban
bordadas las fechas del centenario y el escudo servita. Igualmente se ofrendó
una de las medallas que acuñamos y que reproduce una de las antiguas del siglo
XVIII que posee nuestra Fraternidad. Tras el canto de la Antífona servita se
realizó una ofrenda floral a la Virgen de los Dolores. Como recuerdo de este
encuentro se nos entregó un ejemplar dedicado del grabado que los servitas sevillanos han realizado
nuevamente siguiendo su larga tradicción.
Posteriormente celebramos una
convivencia y pudimos conocer la historia del patrimonio de esta cofradía, hoy
Grupo Laico agregado a la Orden de los Siervos de María.
Apuntes para la historia
La relación de los servitas
carmonenses con la orden sevillana se
inició en 1770 cuando la recién creada Orden Tercera de los Siervos de María se
escinde de la congregación servita de mujeres de San Bartolomé -creada treinta
años antes-, y se producirá un largo pleito que terminará con la anulación de
los terciarios. Gracias al ofrecimiento
de la Regla de la Orden de San Marcos pudo crearse definitivamente la Venerable Orden Tercera en
el Salvador de Carmona. El pleito continuó en las más altas estancias del
Gobierno y nuevamente nuestros
antecesores debieron acudir a la Orden de Sevilla para mantener su procesión de
los terceros domingos de mes y que este año volvemos a celebrar en septiembre.
Esta unión entre ambas órdenes se
ha mantenido a lo largo de los siglos, y así en la década de los años setenta y
ochenta del pasado siglo XX algunos de vuestros hermanos -entre los que se
encontraba el querido Pepe Asián - ofrecieron su ayuda y su ánimo a nuestras mayores....
gesto fraterno que nos ha ido
entrelazado en años posteriores.
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