En 1783 se producía la segregación de los terciarios servitas de la congregación rosariana de mujeres de san Bartolomé, asunto que se había venido gestando desde una década antes con diversos pleitos entre ambos grupos. El orden tercero debió trasladarse al templo del Salvador para obtener la correspondiente sanción Real de sus estatutos conforme a las disposiciones de Carlos III que obligaba desde ese año a presentarlas al Concejo de Castilla. Año igualmente en el que la antigua parroquia del Salvador se trasladaría al cercano templo de la Compañía de Jesús que desde su expulsión había estado vacío. El originario templo se encontraba en la actual plaza de San Fernando ocupando uno de sus laterales. Tras su traslado a la iglesia de San Teodomiro - que pasará a denominarse del Divino Salvador - sobre su solar se levantó el actual conjunto de edificaciones del lateral de la plaza.
LAS HERMANDADES SACRAMENTAL Y
DE ÁNIMAS DEL SALVADOR.
La antigua parroquial contaba con
un pórtico que daba a la plaza principal de la villa por lo que desde antiguo
gozó con capellanías bien dotadas económicamente, siendo sede de antiguas
cofradías como es el caso de las de Ánimas, Sacramental y la de la
Trasfiguración - origen de la actual de la Esperanza- todas ellas fundadas en
el siglo XVI entre las más antiguas de nuestra Ciudad.
Por diferentes documentos sabemos
que la Sacramental contaba con buen patrimonio para sus cultos y que celebraba
durante la octava del Corpus una importante procesión con el Santísimo, motivo
por el que en 1675 concertaba con
Rodríguez de Góngora la realización de una custodia de madera de borne y que
compartiría con las hermandades de san Blas y de San Bartolomé, esta custodia
aún aparece mencionada en los inventarios al ser extinguida la parroquia en
1911.
En 1778 obtiene la aprobación
Real de sus reglas siendo así la primera de las hermandades carmonenses que
obtiene del Supremo Consejo de Castilla. En ese momento la hermandad se
encuentra ubicada en el convento de Madre de Dios en unión de las de Ánimas y
de la Esperanza por estar el templo originario del Salvador en obras tras el
terremoto de Lisboa. Junto con la funciones parroquiales se traslada al nuevo
templo en 1783.
Había transcurrido un lustro
desde que la Sacramental del Salvador había obtenido la aprobación Real siendo
así la primera de nuestra ciudad en obtenerlo. Al iniciar la hermandad de
Nuestro Padre los trámites ante el Real Consejo para la aprobación de las suyas
exigió la reunificación - desconocemos aún el motivo, aunque es de suponer la
manifiesta inquina contra los Siervos- de las cofradías de las Benditas Ánimas
y del Santísimo Sacramento de la recién trasladada parroquia con la Orden
Tercera de los Siervos erigida en dicha iglesia. Finalmente la unión se llevará
a cabo oficialmente el trece de enero de 1800 como se recoge en una serie de
documentos del Archivo de la Hermandad de Nuestro Padre y que dio a conocer el
historiador Antonio Lería con motivo con motivo del bicentenario de la aprobación
Real de sus Reglas en el boletín de la hermandad.
En 1779 el Hermano Mayor del
Nazareno acude al Regidor de la ciudad para exigir el cumplimiento de la
anexión de estas tres entidades bajo la multa de veinte ducados para cada uno
de sus hermanos mayores si seguían negándose a ello. En noviembre de ese mismo
año la Audiencia de Sevilla reconocía que el Consejo de castilla al aprobar
días antes los estatutos de la del Nazareno obligaba a que las tres entidades
del Salvador se unificaran en una sola y así se comunique a sus hermanos
mayores enviando misiva al Regidor
Perpetuo de Carmona para llevar a cabo lo ordenado. Parece que ni las
hermandades ni el orden tercero estaban por la labor de perder su independencia
y durante los siguientes meses se irán poniendo diferentes cortapisas como es
el caso de los Siervos en la que el escribano se traslada a casa de "don
Miguel José Fajardo, hermano mayor de la Hermandad de los Siervos de María
Santísima...,pasé a las casas de su morada y, estando en ellas...me expresó no
era tal hermano mayor, pues hacía algunos días se había desasistido y entregado
las llaves a don Juan Blanco..". esta situación provocó la protesta del
hermano mayor de la de San Bartolomé que veía como las tres hermandades daban
largas al cumplimiento de la Real Orden por lo cual viene a exigir "que el
ministerio judicial mande se les haga saber a los referidos tres hermanos
mayores junten cada uno su respectiva hermandad en un mismo día y hora, bajo
multa al que faltare…" y así el Regidor las cita a las tres de la tarde el
viernes diez de enero de 1800. Ese día y tras diversas presiones el hermano
mayor de la de Ánimas el sacerdote Juan José Mexía y Cristóbal Benítez por la
del Santísimo Sacramento se reúnen con diversos hermanos y oficiales de la
orden de los Siervos de María, presididos por su hermano mayor Juan Blanco, una
vez leído el auto por el escribano público manifestaron "oída y entendida
por los referidos, todos de conformidad dijeron que la obedecían y
obedecieron".
Foto : ALTAR SEPTENARIO
De esta forma quedaron reunidas
oficialmente las tres corporaciones bajo
el amparo del Venerable Orden Tercero de Siervos aunque en la práctica
siguieron manteniendo cierta independencia en la administración de los fondos
de cada una, aunque los cultos fueron poco a poco solapándose por rentabilidad
de fieles y por pura lógica de gestión; esta nueva realidad procuró la
realización de un magnífico dosel para manifiesto que hasta tiempos
recientes hemos conocido en depósito en
la Prioral y que María Jesús Mejías en
su catálogo de "Orfebrería Religiosa en Carmona" en 2001 reconocía como obra datada en 1849/54 obra del platero Olavide con las marcas de P.
Sala y NO8DO. Esta importante obra de 104 x 67 cm realizada en plata…y
presidida por un gran cartela con los escudos de la sacramental y de los
siervos de María -figura como manifestador en las antiguas fotos del altar de
septenario- , fue desgraciadamente desmontada en fechas relativamente recientes
y algunas de sus piezas reutilizadas como fondo de cruz en el altar de la
novena de la Virgen de Gracia, otras se guardan en el museo parroquial.
FOTO. MANIFESTADOR ALTAR SIERVOS.
1911(?)
A pesar de la dispersión de su
patrimonio las hermandades del Santísimo Sacramento y de Ánimas de la extinta
parroquia sobreviven actualmente en la Orden Seglar de los Siervos que de este
modo conservando el carácter sacramental y de ánimas en la Parroquia de Santa
María a la que se afilió la del Salvador, razón que justificó que al
establecerse la congregación de las Hermanas de la Cruz en la collación a fines
del siglo XIX correspondió a nuestra Fraternidad trasladar desde el templo
parroquial el Santísimo Sacramento a la
capilla de la nueva fundación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario