miércoles, 18 de marzo de 2020

NOTICIAS SOBRE EL SANTÍSIMO CRUCIFIJO DE SAN MARCELLO. ROMA (I)



Hace unos días el Papa Francisco visitaba uno de los templos que regentan los servitas en Roma, el de San Marcello que es sede de la Curia General de la Orden de los Siervos de María, para impetrar la ayuda de Dios a través de la milagrosa imagen del Crucificado que recibe culto en una de sus capillas y que es considerado como milagrosa imagen.
Cada Año Santo desde el año 1600 es trasladado hasta la Basílica Vaticana para ser venerado por los fieles, motivo por el que en su cruz aparecen las inscripciones de los diferentes Pontífices que han celebrado los años jubilares. Destaca su presencia en el acto del Pendón por el que San Juan Pablo II pidió perdón por los errores de la Iglesia Católica en la que no fue fiel al Evangelio.
Nos proponemos dar aquí alguna reseña sobre su devoción.

El MILAGRO DEL INCENDIO
Desde el siglo IV existe un templo cristiano sobre el lugar que ocupaban las antiguas oficinas postales del imperio romano, en el 418 se menciona la elección en ella del Papa Bonifacio I. Se trataba de un gran templo de planta basilical.
El 23 de mayo de 1519, un violento incendio destruyó la iglesia de San Marcello, reduciendo ese antiguo y precioso templo en un montón de cenizas y escombros. A la primera luz del amanecer, una escena de gran desolación apareció ante la multitud de romanos que habían venido a la escena para darse cuenta de lo que había sucedido: todo fue destruido y reducido a escombros humeantes; entre muchas ruinas, sin embargo, la antigua imagen de las SS seguía intacta Crucifijo, una escultura de madera de la década de 1300, de la escuela de Siena, que según el uso antiguo colgaba en el altar mayor, con su humilde lámpara de aceite que, aunque doblada, seguía parpadeando a sus pies. El origen de esta Archicofradía se remonta a esa noche pues la singularidad del estado del Cristo intacto suscitó mucha impresión en los espectadores y fue interpretada por el sentimiento popular, como el signo de una advertencia divina. Bajo la influencia de esta emoción, un grupo de personas dispuestas decidió reunirse todos los viernes por la noche para recitar oraciones y lámparas de luz al pie de la imagen milagrosa, casi la reverberación del fuego de esa fatídica noche. Con el tiempo formaron un grupo de personas del mismo sentimiento y para dar estabilidad a sus reuniones formaron un grupo, que se llamó "Compañía del Crucifijo".

Posteriormente y pocos años más tarde Roma fue asolada por una terrible epidemia en 1522, una enfermedad tan violenta e implacable, que los historiadores de la ciudad recuerdan con terror como la época de la "Gran Plaga". La ciudad sufrió un continuo y creciente número de muertes, tanto que toda la población de Roma se diezmo a lo largo  seis meses, hasta   que en medio de tanta desesperación, la gente recurrió instintivamente  a la noche del incendio, acordando en una resolución extrema: todo a nuestro alrededor está en ruinas, solo las SS. El crucifijo es nuestra salvación, como en la noche del incendio, cuando permaneció ileso de la ruina total: corremos, por lo tanto, e imploramos piedad, llevando la imagen milagrosa en una procesión de penitencia en las calles de la ciudad. Un propósito, este, al que se opusieron las autoridades, quienes pensaron que era apropiado evitar las reuniones de personas en tiempos de pestilencia, para no contagiar más. Pero a pesar de la prohibición, por aclamación popular, en desesperación, el Crucifijo fue sacado del patio del convento de los Siervos de María, donde había sido alojado temporalmente, y llevado en procesión por las calles de la ciudad.
Las crónicas de la época nos informan que la procesión tuvo una duración inusual de no menos de 16 días, y precisamente del 4 al 20 de agosto, visitando cada barrio y en los que  la plaga daba  signos de clara regresión, tanto que cada vecindario buscó para mantener la imagen sagrada el mayor tiempo posible, recurriendo a varios recursos dilatorios. Al final, cuando las SS. Crucifijo regresó a San Marcello, se descubrió que la plaga se había detenido por completo y que Roma podría considerarse una vez más segura.

No hay comentarios:

Publicar un comentario