miércoles, 14 de agosto de 2019

LA FIESTA DE LA ASUNCIÓN EN EL ORIGEN DE LA ORDEN.




Aparición de la Virgen a los Fundadores. Boceto de la pintura de la nave central de Monte Senario. D, Gabbiani.1718

Cercano a la ciudad de Florencia existe un eremitorio de la Orden de los siervos de María sobre el Monte Senario, ese lugar es desde los primeros momentos de los religiosos servitas el lugar de la fundación, el punto originante.  En el actual edificio de Monte Senario no se encuentran restos de la modesta vivienda que, según la  Legenda de origine,  fue construida por los primeros padres recién llegados a ese monte.

Desde antiguo existe allí un pequeño oratorio conocido como de la aparición, construido años más tardes sobre el lugar donde según la tradición la Virgen mostró a los siete su protección y el hábito que debían vestir, era  el día de la Asunción de 1233.  El texto de la Legenda de Origine no recoge esta aparición donde la Madre de Dios concedió al grupo el hábito negro de la Orden, pero si es cierto que en los textos más antiguos que recogen los orígenes de la Orden de los Siervos de María se alude a la relación directa entre el color y el estado de viudez de la Virgen. Días más tarde aquel grupo desciende de la montaña para recibir el 8 de septiembre de manos del obispo Ardingo el hábito mostrado.

Debemos tener en cuenta  al  hablar de los "orígenes" de la Orden que  en nuestro caso el espacio de tiempo es más extenso que sí nos acercamos al de otras órdenes creadas por un carismático fundador.  En el caso de los siervos de María  presenta serias dificultades  reconstruir con fechas iniciales, circunstancias y documentos a menudo conflictivos, el carisma inicial, el propósito, la organización de la Orden, sin depender ciegamente de las leyendas y de la historiografía.  La hagiografía tradicional  vino a concretar en un momento  milagroso la experiencia fundante que aglutinó al grupo fundador tras abandonar sus labores como comerciantes y a sus familias - algunos eran casados- .



Desde el tiempo del Concilio de Éfeso (431), la solemnidad del Tránsito o Dormición es la "fiesta de las fiestas" de la Madre de Dios. Todas las iglesias orientales: siríacas, alejandrinas, etíopes, griegas y armenios, sin excluir a los asirios.  Fue introducida  en Roma en la época del papa Sergio I (687-701) celebrándose  la solemnidad de la Asunción  con una procesión estacional  tras el ayuno, vigilia y una octava de fiesta. Las órdenes monásticas como benedictinos y cistercienses habían dedicado sus grandes abadías al misterio de la Asunción de María. En la época en que se originó la Orden de los Siervos la fiesta de la Asunción es la más celebrada en la Iglesia latina de las dedicadas a la Virgen, por no decir que la única aceptada en todas las diócesis.  

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