jueves, 14 de abril de 2022

LA HORA DE LA MADRE. Una liturgia servita para el Sábado Santo.

 


La contemplación y veneración de la Madre dolorosa está inscrita en la espiritualidad servita desde los primeros momentos de su origen pues el color negro del hábito se justifica por el color de luto de la Virgen y que  la Orden ha sido fundado el Viernes Santo, mientras que los primeros Padres meditaban la Pasión del Señor; - el hábito de los Siervos recuerda precisamente el misterio de la pasión;. A lo largo de los siglos han sido numerosas las prácticas piadosas y litúrgicas que los Siervos de María han generado en torno a la contemplación de los dolores de Nuestra Señora: el Oficio litúrgico y las Misas, la Corona, Vía Matris,  la Veneración a nuestra Señora durante el Triduo Pascual, etc.

 

Dentro de todo este amplio repertorio destaca como propio de la Orden una práctica piadosa denominada  La Hora de la Madre o la Desolada y que cuenta con una larga tradición  en las comunidades servitas que reunidas en la tarde del Viernes o del Sábado  Santo contemplan a María en su soledad, muy en consonancia con la tradición litúrgica de Santa María en Sábado nacida de la tradición de la permanencia de la Madre en oración junto al sepulcro a la espera de la Resurrección.

 

Este subsidio comenzó a difundirse fuera de la Orden apartir de su recitación en 1987 en la Basílica de santa María Mayor de Roma con motivo del Año Santo Mariano. Esta tradición es alimentada por el Padre Ermanno Toniolo, de la Orden de los Siervos de María, Director del Centro de Cultura Mariana de Roma y Profesor emérito de la Facultad Teológica Pontificia Marianum. Nacida en un entorno bizantino, La Hora de María se ha convertido en un vínculo vivo entre Oriente y Occidente y donde existía la memoria de que fue celebrada por primera vez – Siglo IX – por los Santos Cirilo y Metodio.

 

La celebración alterna Salmos, lecturas y breves oraciones rítmicas de la liturgia bizantina. Pero la celebración no sólo tiene lugar en la archi basílica mayor papal: el favor del que goza la ha extendido a otros lugares. Se ha celebrado dos veces en San Pedro, por deseo de San Juan Pablo II, y también hoy en otras iglesias, también en el ámbito doméstico puede celebrarse en sus casas ante una imagen de la Virgen. Iluminada por una lámpara o un cirio expresivo, siempre que no sea un cirio pascual – tal como se informa en el folleto sobre la celebración mariana editado por el padre Toniolo – se convierte en un momento de comunión también para la familia.

 

El dolor de la Madre, de las madres

En este año especial, en el que las fronteras de Europa conocen el desgarro de la violencia, en el que la guerra y  el terrorismo en el mundo destruyen a tantas familias, es una ocasión especial para recorrer con María su vida dolorosa como ya Simeón le había predicho: “Una espada te atravesará el alma. Citando a Pablo en la Carta a los Romanos (4,18), a propósito de Abraham, el padre Toniolo escribe que María "creyó contra toda evidencia, esperó contra toda esperanza". Bajo la cruz, María vuelve a pronunciar – en el silencio de su corazón – su sí incondicional.

 

TEXTOS

La Orden de los Siervos nos propone tres esquemas celebrativos para la Desolada:

a) Con la Madre de Jesús, desolada, meditando las palabras del Hijo en la Cruz, la tarde del Viernes Santo; b) Con la Madre de Jesús y cuantos lo han conocido, meditando lo que ha dicho y hecho Él, la tarde del Viernes Santo; c) La Hora de la Madre, la mañana del Sábado Santo.

Se elegirá una sola celebración, para realizarse la tarde del Viernes Santo (esquemas a o b) o la mañana del Sábado Santo (esquema c).

ENLACE A LOS TEXTOS

http://servidimaria.net/sitoosm/es/textos-osm/triduopascua.pdf

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