martes, 7 de septiembre de 2021

LA FIESTA DE LA NATIVIDAD DE MARÍA Y LA ORDEN DE LOS SIERVOS

 


Las constituciones antiguas anteriores de la Orden al siglo XVI no contenían la celebración de ninguna fiesta propia dedicada a la Virgen, conmemorándose sólo las de la Natividad, la Anunciación, la Purificación y la Asunción como se estipula en muchas de las Bulas pontificias para  la fundación de los conventos. Las Constituciones suspendían el ayuno en estas fiestas, como recoge el capítulo general celebrado en Bolonia en 1320, práctica excepcional de los Siervos que de esta manera celebraban festivamente las fiestas marianas, llegando incluso a suspender el ayuno de los viernes si coincidía con la  fiesta de la Natividad de María (CA, cap. VIII). 

La Natividad de la Virgen (8 de septiembre).

La celebración del Nacimiento de la Bienaventurada Virgen María  ocupa desde los primeros años de la fundación un papel preponderante en la liturgia de los Siervos, como se recoge en las Constituciones Antiguas que prescriben la celebración de una octava  con rito doble que se imponía a cualquier fiesta incluida el domingo con la salvedad de la fiesta de la cruz  (día 14 de septiembre). La octava había sido decretada en el Concilio de Lyon (1245) por Inocencio IV como cumplimiento de un voto hecho por los cardenales en el cónclave de 1241, cuando estuvieron presos tres meses del Emperador Federico II.

El origen de la fiesta de la Natividad se encuentra en la liturgia bizantina sobre el siglo V y fue colocada el 8 de septiembre por coincidencia del inicio del año litúrgico que terminaba con la fiesta de la Asunción y se inauguraba con la conmemoración del inicio de la obra de la Redención. En el siglo VII aparece ya en Occidente en  el calendario Reims (614-631). El Papa Sergio I (+701) ordena en Roma una procesión y  prescribe las letanías en Roma.



FOTO: REUNIÓN DE LOS FUNDADORES EN VILLA CAMARZIA. Claustro Stma. Annunziata

La celebración al comienzo del año litúrgico le otorgó a esta fiesta una gran preponderancia sobre otras, llegando a declararse de precepto y a fijar la celebración de la Inmaculada Concepción el 8 de diciembre. La Natividad al inicio del ciclo influyó en la idea de que en ese día la Orden de los Siervos tuvo su origen, en 1233 fueron suspendidas por el Papa todas las celebraciones en Florencia al ser afectada por el entredicho, pero los siervos obtuvieron el privilegio de poder celebrarla «ob memoriam institutionis huius Ordinis» (por ser memoria de la institución de la Orden). El día de la Virgen es también el día del nacimiento de  la Orden,  conmemorándose además en diversos conventos con la presencia de autoridades y procesiones públicas como es el caso de Bolonia, Borgo San Petronio, Vizenza... en 1404, en la fiesta de la Natividad en Florencia es elegido Antonio de Siena prior de Monte Senario con el que se retoma la vida eremítica y resurgimiento del Senario.

Algunas tradiciones de la Orden fijaron  en la fiesta de la Natividad la celebración de una de las apariciones marianas que determinan la fundación  de los Siervos de María con la concesión del  hábito y del escapulario a los Siete Santos Fundadores para otros cronistas en ese día tuvo lugar la decisión de aquellos mercaderes de retirarse juntos a villa Camarzia dando origen a la Orden de los Siervos.

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