Hallazgo de la colección
Hace unos años al acondicionar el
camarín que ocupa nuestra dolorosa se encontró una caja de cartón de pequeñas dimensiones
y que en origen contuvo "calcetines de niño" y que podía datarse en los años 50 del pasado
siglo, en esta caja se contenían un buen número de exvotos del tipo donaria
realizados en plata. Desconocemos en qué momento se depositó esta caja en el
actual altar de la Virgen pues -aunque desde 1783 se venera en el mismo lugar-
son diversos los retablos que ha tenido: hacia 1967 se desmontó el neoclásico
marmolizado que se había realizado en el siglo XIX y el actual está recompuesto
de retablos barrocos procedentes de la Prioral.
La edícula del camarín original
se ha mantenido a lo largo de los siglos como puede observarse en el muro de
carga. El actual retablo presenta menor altura respecto a los anteriores por lo
que fue necesario colocarle un segundo arco de madera para cubrir la diferencia.
Este arco fue el que hubo que retranquear hace ahora unos años pues la Imagen
quedaba encajonada; con el Vº Bº del entonces párroco de Santa María se colocó
ya al fondo del camarín directamente sobre el tabique que cierra la puerta de
acceso trasero al mismo. En el hueco de un mechinal de ese muro se encontró la
caja, depositada al menos unos cuarenta años antes y en la que se estaban los
exvotos así como otros objetos: unos
clavos antiguos unidos por un cordel, una aguja de costal , un tapón de corcho
y metal de medicina - se reutilizaban
para hacer las "mariposas" de aceite- y dos estampas pequeñas de las que llevaban
nuestros escapularios.
Origen y uso del exvoto
La palabra «exvoto» procede del
latín ex votum, un cultismo que se
traduce literalmente como «por voto» o «a partir de la promesa» y puede
rastrearse su existencia desde los orígenes de la humanidad como ofrenda a la
divinidad como rito propiciatorio de acción de gracias. En el catolicismo ha
tenido un uso muy extendido evidenciando el cumplimiento de una promesa
realizada o como testimonio de una acción milagrosa que caracteriza al exvoto
como ofrenda y que absolvía a la persona
de futuras demostraciones de agradecimiento.
En el Antiguo Testamento, el Libro 1º de Samuel
recoge el hecho de cómo los filisteos son obligados a realizar este tipo de
ofrendas que, para la ocasión, fueron utilizadas con el objeto de reparar la
ira de Dios: Haced reproducciones [en
oro] de vuestros tumores y de las ratas que devastan vuestra tierra y dad
gloria al Dios de Israel; quizá cese su castigo contra vosotros, contra
vuestros dioses y contra vuestra tierra".
Era muy habitual ver junto a las
imágenes veneradas y taumaturgas cuadros con escenas que narraban el favor,
vestidos de las persona que lo habían recibido, cabellos, muletas, un largo
etc. a las que se unen desde moldes de ceras de las partes sanadas a tamaño
natural y las pequeñas imágenes de plata... toda esta riqueza devocional y
artística se hizo desaparecer a partir del Concilio Vaticano II suponiendo una gran
pérdida para la antropología religiosa y sobre todo para la devoción de
determinadas imágenes.
Nuestra colección
El tipo de exvotos que ahora se
exponen nuevamente junto a nuestra Dolorosa,
son representaciones figurativas metálicas, se encuentran realizadas en
una fina de lámina troquelada y recortada en plata siguiendo el modelo romano
de las donaria que representaban a
personas, partes del cuerpo, animales domésticos, etc.—.
El numero de exvotos que contenía la caja es de
setenta y dos piezas, pudiéndose datar en los años finales del siglo XVIII o primera
mitad del siglo XIX según los modelos de vestimenta femeninos y masculinos que
aparecen.
En nuestra colección se representan
partes concretas de la anatomía afectada por el padecimiento: brazos (14),
piernas (13), ojos (9), pechos (3), cabezas (7), mientras que los cuerpos íntegros de hombres
(11) y mujeres (15) responden a una curación de una enfermedad mortal razón por
la que aparecen decúbito supino con manos sobre el pecho como si estuvieran
amortajados a excepción de un caballero que dispone su brazo derecho despegado
del cuerpo.
Carecemos de datos para poder
afirmar el lugar y forma en la que debieron presentarse junto a la Virgen de
los Dolores, pues es muy habitual verlos en marcos o cuadros junto a la imagen
devocional; en otras ocasiones se han colocaban sobre las mismas imágenes y en
otros ocasiones van ensartados en un cordel para adornar la misma vitrina donde
se venera o procesiona la imagen milagrera. Pensamos que los clavos que
aparecieron en la caja unidos con un cordón y la aguja de costal pueden apuntar
a que se encontraran enhebrados y colocados en el altar mediante los clavos -
sirva de ejemplo el caso del Patrón del pueblo canario de Matanza de Acentejo.
Agradecer a José Manuel Barrera
la recuperación y adaptación del marco de la vitrina donde se van a exponer
ahora y a nuestros hermanos Miguel Durán y Fernando de la Maza su ayuda para la
exposición de esta colección única en nuestra Ciudad, al haber desaparecido las
de otras imágenes devocionales.
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