En la Festividad de san Teodomiro, Patrón de nuestra Ciudad, hemos recibido del Ministerio de Justicia, la respuesta afirmativa a nuestra solicitud de inscripción en el Registro de Entidades Religiosas.
Con fecha 27 de junio hemos sido inscritos como FRATERNIDAD DE MARIA SANTISIMA DE LOS DOLORES, ORDEN SEGLAR DE LOS SIERVOS DE MARIA DE CARMONA, nº 024245.
De esta forma concluye una larga etapa en la que hemos venido trabajando para el reconocimiento jurídico pleno; en la Orden, a nivel eclesiástico y civil. Tareas que debieron acometerse desde la revitalización de la antigua Orden Tercera en 1977, época en la que se decidió mantener el carácter como orden religiosa y no transformarnos en cofradía o hermandad, como venia siendo habitual en las fraternidades que se renovaban en esos momentos.
La falta de contacto con los religiosos servitas será durante un tiempo una de las mayores dificultades, y por otro lado, la propia renovación de la Regla de Vida, que la Orden estaba reelaborando de acuerdo con la espiritualidad del Concilio Vaticano II y el nuevo derecho canónico que serán aprobadas por la santa Sede en 1995.
En el año 2000 el Padre General de la Orden de los Siervos de María, mediante decreto firmado el 31 de mayo, confirmaba que el grupo de los terciarios servitas de Carmona es una Fraternidad de la Orden, de la que nunca se desvinculó. Años antes ya habían profesado algunos hermanos según la nueva Regla de Vida y a tenor del nuevo ordenamiento jurídico de la Iglesia, era necesario la redacción de unos Estatutos Particulares, su aprobación por el Consejo Provincial y del Ordinario.
La aprobación definitiva de los Estatutos Particulares, tras diversas redacciones, será el 21 de noviembre de 2011, en la que el Padre Provincial y su Consejo los refrendan. Inmediatamente se presenta solicitud en el Arzobispado de Sevilla para su reconocimiento y aprobación del establecimiento de la Orden Seglar en un templo diocesano.
El proceso ante el gabinete jurídico del Arzobispado no estuvo exento de ciertas dificultades, pues no existía en la Diócesis otro grupo de iguales características, pues las órdenes terceras existentes están establecidas en templos de las órdenes a las que pertenecen, lo que nos llevó a diversas entrevistas y presentación de documentación, así como de argumentos jurídicos que dieron fruto el 14 de mayo de 2012 con la concesión del Decreto Episcopal firmado por el Señor Arzobispo de Sevilla, en el que reconoce nuestra especial situación jurídica dependiente de la Orden Servita pero con establecimiento en el templo diocesano del Salvador, de igual manera se ratifica o se da el plácet a la vida de la Fraternidad según la Regla de Vida propia y sus estatutos particulares.
En 2014 se iniciara el proceso para inscribir la Orden en el Registro de Entidades Religiosas del Ministerio de Justicia, no pudiéndose concluir los trabajos satisfactoriamente, pues durante el proceso surgen ciertos problemas jurídicos que no dependían de nosotros poderlos solucionar.
El año siguiente, 2015, se publica el Real Decreto 594/2015, por el que se regula un nuevo proceso para el Registro de Entidades y que completaba el Real Decreto 589/1984 sobre fundaciones religiosas de la Iglesia Católica. Lo que permite solventar alguno de los problemas para el registro de nuestra Fraternidad.
A lo largo del año 2016 se inicia el expediente ante la Conferencia Episcopal Española para obtener la inscripción, al convertirse este órgano de los Obispos españoles como necesario para el reconocimiento de nuestra Fraternidad, como organización de la Iglesia Católica, confirmación obtenida el 13 de diciembre de 2017 avalada por la documentación pertinente del Secretariado General de la Conferencia Episcopal Española y siendo inscrita como Entidad Canónica como FRATERNIDAD DE MARIA SANTISIMA DE LOS DOLORES, ORDEN SEGLAR DE LOS SIERVOS DE MARIA DE CARMONA.
En los primeros meses de 2018 se obtiene un nuevo CIF, correspondiente a la nueva nomenclatura, y se eleva a escritura publica toda la documentación necesaria y avalada por la Conferencia Episcopal, presentándose ante el Registro del Estado el día 30 de mayo de este año, junto con la solicitud de nuestra Priora, de que nuestra Fraternidad contara con el reconocimiento de entidad religiosa inscrita en el Ministerio de Justicia, siendo confirmada y otorgada la solicitud con fecha de 27 de junio de 2018.
Un largo proceso que ha ocupado casi 18 años de nuestra historia, pero que era del todo necesario para obtener el reconocimiento de pleno de nuestra personalidad jurídica, tanto a nivel eclesiástico como de la administración estatal.
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