Reina Regente Mariana de Austria.
350 Años de la solicitud Real para extender a los
reinos hispanos la festividad litúrgica de los Dolores de la Virgen.
En artículos
anteriores de esta serie hemos venido estudiando dos conmemoraciones muy
importantes para el culto a la Virgen de los Dolores: el establecimiento de
su fiesta litúrgica y el de la orden
tercera en Andalucía que co-ayudó a la expansión de la espiritualidad servita
centrada sobre todo en ese momento en la devoción a la Virgen dolorosa. Existe además en ese momento (1668) una confluencia de personas que hicieron
posible que hoy por hoy una de las advocaciones marianas más extendida, nacida en el seno de nuestra orden, sea el de
la contemplación de los dolores de Nuestra Señora.
Hemos reseñado también como la creación de la primera
orden tercera en Barcelona y la promoción de la devoción a la Dolorosa por
parte de Fray Francisco Epifanio fue
conocida por el Obispo Escolano que sucesivamente ocupó la diócesis de Mallorca
y Tarazona por lo que tuvo conocimiento de la labor y extensión de los
terciarios y de su devoción en la Corona de Aragón.
Cuando presentamos la figura del que fuera Arzobispo
Granadino Escolano y Ledesma
destacábamos su nacimiento en el seno de una importante familia cercana
a la intimidad de los reyes españoles Felipe III y IV, su padre era Aposentador
Real y su madre Camarera de la reina Margarita de Austria; el pertenecer al
círculo próximo a los reyes hizo posible el nacimiento de Don Diego Escolano en
el Palacio Real y donde se crió pudiendo así imbuirse de la devoción mariana de
la familia real por la Dolorosa pudiéndose así explicarse el deseo de propagar la devoción y
la presencia de los terciarios servitas en sus diferentes diócesis.
Isabel de
Valois, esposa de Felipe II,
había implantado el culto a la Virgen de la Soledad en la corte y se difundió
rápidamente tras la hechura de la imagen
de vestir que el escultor Gaspar Becerra
realizó para el convento
de Nuestra Señora de la Victoria de Madrid. Más tarde el tema de la Soledad de raíces francesas fue cambiando progresivamente por la devoción
a Nuestra Señora de los Dolores,
advocación la de los Habsburgos austriacos.
Clemente IX
Clemente X
Reacción a la
concesión de Misa de los Dolores a los Servitas
En 1668 el Papa autorizará a la orden de los Siervos
de María el poder celebrar una segunda fiesta - fuera de la del V Viernes de
Cuaresma- en honor de la Virgen
contemplando los numerosos dolores que a lo largo de su vida sufrió y que los
terciarios servitas venían dedicando en el tercer domingo de septiembre, la
Santa Sede concede en ese momento la Misa propia y algo más tarde Oficio
Litúrgico - esta fiesta es la que en 1914 se estableció el 15 de septiembre-.
El conocimiento por parte del Obispo Escolano de
esta concesión especial para los servitas promovió a que dirigiera un memorial
a doña Mariana de Austria -madre del rey Carlos II- solicitando que rogara al
pontífice que tal prerrogativa se extendiera para los reinos hispanos. Su
petición tuvo pronta respuesta de la Reina Regente pues pocas semanas más tarde lo solicita a la Santa Sede; una
rapidez inusitada en la burocracia hispana de ese momento y que pueda deberse a
que el hermano de Escolano había sido el Ayuda de Cámara del Príncipe Baltasar
Carlos prometido de Doña Mariana y por el servicio leal que la familia del
obispo seguía prestando, en el ambiente difícil de Palacio, a la Regente.
S.S. Clemente X concedió Indulto Apostólico el 29 de abril de 1671 accediendo a que en los
reinos de España pudiera celebrarse la
misa y el oficio de la Virgen de los Dolores el tercer domingo de septiembre. En 1672 se conceden algunas modificaciones sobre la rubricas de esta
misa. Después se suceden otras concesiones sobre el oficio y la misa (1673). En
1672 se publica la Misa en Pamplona
y al año siguiente un oficio en Barcelona y en 1675 otro en Valencia.
El movimiento
servita en la Corte
En Madrid se encontraba el religioso servita fray José Gaspar
Pescara, que difundía también la devoción a la Dolorosa
publicando el libro: Breve
historia del origen y progressos de la sagrada Religion de los Siervos de Maria
Santissima, refundido mñás tarde en otro publicado en México. este servita
impuso el escapulario de los Siete
Dolores, según él mismo cuenta, a la reina Mariana de Austria, a sus damas y a
la Corte, en la iglesia Real de San Jerónimo de Madrid, e incluso al cardenal Savo
Mellini, al inquisidor general y al Patriarca de las Indias. Es la época en la
que fray Narciso Madiona, fray Narciso Galindo, y fray Lorenzo Reymundinez,
realizan grandes esfuerzos para fundar en Madrid y extender la Orden Tercera.
Raymundinez escribiría un manual que ha venido sirviendo durante siglos a todos
los terciarios; según este religioso -que concedió el escapulario al Rey Carlos
II y a su esposa- son los
monarcas: «devotos de la Virgen Sacratissima Dolorida en cuyo catalogo
entran [...] y las exemplarissimas Magestades de nuestro Augustissimo Emperador
de Romanos, y Rey Catholico de España Carlos Tercero de Austria, y de Isabel
Christina su carissima Consorte, los quales expressan su ardiente devoción
todos los años, viniendo al oratorio de los Congregantes a venerar a la
Santissima Virgen, y acompañarla en sus dolorosas angustias».
La extensión de la fiesta a América queda
atestiguada por la petición de indulgencias para las Cofradías de los obispados
de Guatemala, Honduras y Nicaragua según relata Francisco de la Concepción y
Urteaga. Además, la amplia producción bibliográfica española sobre el tema también salió fuera de nuestras fronteras, siendo
utilizada por autores como fray Agostino Alevazoli.
S.M. Mariana de Austria
Virgen de los Dolores. Granada
El memorial de
Escolano a la Reina Doña Mariana.
Siendo
Arzobispo de Granada Don Diego Escolano tendrá noticias de la concesión a los
terciarios servitas de una nueva y especial fiesta: la de Nuestra señora de los
Dolores a celebrar con Misa y Oficios propios el tercer domingo de septiembre.
El prelado estaba determinado a lograr el rezo público y fiesta de los Dolores
de María para los reinos de España por lo que dirigió un razonado escrito a doña Mariana de Austria en forma de extenso memorial en el que se alude a la devoción que a este misterio habían
tenido los servitas, en místicos como Santa Brígida de Suecia y en la propia
casa Habsburgo en su rama imperial austriaca - a la que pertenecía Doña Mariana-;
a las inclinaciones marianas de su difunto esposo Felipe IV, que había obtenido
del Papado las festividades del Patrocinio de Nuestra Señora (1655) y octava de
la Inmaculada Concepción (1662); y sobre
todo a las circunstancias concretas de
la reina y de su pueblo: “¿A quién, Señora, toca más que a V.M. el interponerse
en petición tan justa, estando viuda, en desconsuelo de tan gran pérdida como
la del Rey nuestro señor, con tribulación y congojas por el mayor acierto en el
gobierno de estos reinos, trabajada con tan continua ocupación y afligida con
los trabajos que nos envía Dios por nuestras culpas, y que una señora viuda y
dolorosa pida socorro a otra que lo estuvo tanto, y una reina de la tierra que
cuida el aumento y conservación de sus vasallos acuda a la Reina del Cielo?».
Un símil que la escultura o la imaginería de la época recalcará al vestir la
reina y las imágenes de la Dolorosa las mismas prendas de luto o mongil.
La
fundación de la comunidad filipense en
Granada hubo de realizarse bajo la devoción y título de la Virgen de los
Dolores, tomando como propia esta advocación, implantándose en otras ciudades
en las que van a ir fundando. En la
crónica de los filipenses se narra cómo el 2 de junio de 1671 en el que se
obtiene el permiso de erección del Oratorio en Granada don Diego Escolano
recibió carta de la reina, informándole haber conseguido de Clemente X la bula
papal.
Existe
un ejemplar de la obra de Escolano en la
Biblioteca Nacional de Madrid que presenta un grabado de Cornelio de Beer con
la representación de los Siete Dolores de María. Está publicado en 1670 en
Granada en la Imprenta de Baltasar de Bolívar con el título: Memorial a la reina nuestra señora en que se suplica interponga su real
autoridad para que Su Santidad conceda a estos reinos de España festividad y
rezo de los Dolores de María Santísima Madre de Dios. Editado en 1670.
También se conserva un escrito en la Fundación Lázaro Galdeano, inv.
11962(5)bajo el título: Para
la súplica a Su Santidad en orden al rito y culto mayor de los SS. Dolores…
Opúsculo sin fechar, de principios del XVIII.
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