El pasado año ayudamos a la comunidad de religiosas Hijas
de Nuestra Señora de Nazareth a preparar
un pesebre para acoger la imagen del Niño Jesús durante el tiempo de
Navidad en el presbiterio del templo de Madre de Dios de nuestra ciudad.
En esta ocasión y aprovechando
que la imagen de San Vicente Ferrer se encuentra fuera de su altar para
confeccionarle nuevas vestiduras, se ha instalado un misterio con figuras de
tamaño natural y en la que además de la de san Vicente se encuentra la de la Beata Juana de Aza.
Una buena ocasión para disfrutar
de estas imágenes de gran plasticidad y que desde hace unos cincuenta años no
podían verse tan cercanas a los fieles pues hasta esa época procesionaban aún en
el cortejo del Corpus Christi en unión de las imágenes de santo Domingo, Santa
Rosalía y Santo Tomás, un conjunto de santos dominicos atribuibles a Blas
Molner.
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