viernes, 16 de febrero de 2018

NUESTROS SIETE SANTOS PADRES FUNDADORES




17 de febrero



En el remoto año de 1233...

Los documentos sitúan en el decenio de 1230-1240 el origen de la Orden, surgida de la vocación común de siete florentinos adultos. Hasta ahora es la primera orden religiosa masculina de la Iglesia que no ha sido obra de uno o dos fundadores sino de un grupo: los "siete fundadores", que serán canonizados en forma colectiva por el papa León XIII en 1888.

En los inicios del siglo XIII en las  regiones italianas de Lombardía, Emilia y Venecia, se dieron diversas manifestaciones "piadosas", una búsqueda  de una religiosidad más auténtica, no exentas de un matiz político, que trataban de combatir la herejía y lograr una renovación de las costumbres.

Una tradición bien consolida nos dice que la Orden de los Siervos de María nació en el año de 1233. Esa fecha adquirió aun mayor importancia en el seno de la Orden porque uno de sus santos principales, Felipe Benicio (m. 1285), había nacido en Florencia en ese mismo año.

En la primera mitad del XIII, Florencia era una ciudad dinámica y de gran efervescencia gracias a la lucha  del emperador  Federico II con los papas y de la que la ciudad sacaba un buen partido económico. En efecto, tanto los movimientos heréticos (objeto de constantes condenas y excomuniones) como los que procuraban ser fieles a la doctrina oficial de la Iglesia se caracterizaban por un llamado a la penitencia y a la pobreza. En el ámbito de la ortodoxia católica hay que mencionar algunas fechas importantes: en 1206 Domingo, de Guzmán, fundador de los dominicos, predica en el sur de Francia; en 1208 Durando de Huesca, fundador de los Católicos Pobres, se reconcilia con la Iglesia; en 1209 Francisco de Asís inicia su predicación itinerante, En los decenios siguientes se forman grupos laicos que gustan de llamarse principalmente "pobres". En el momento en que nace la Orden de los Siervos de María es intensa la presencia de movimientos religiosos en esa ciudad.

El grupo de hermanos y hermanas de la penitencia de Florencia es uno de los más importantes de Italia y sirven de baluarte contra las numerosos grupos  que se  oponen a la jerarquía eclesiástica, menosprecian la humanidad de Cristo y a la maternidad divina de la Virgen, los grupos laicos ortodoxos de Florencia se sienten impulsados a defender decididamente esos aspectos de la fe" y en los que nace el grupo de nuestros siete fundadores, comerciantes que primero en las afueras de la ciudad en  Cafaggio y luego en  el retiro a Monte Senario ponen el germen de los Siervos de María dejando la vida familiar y contando  sobre todo con sus dotes morales y espirituales necesarias para su futura vocación religiosa.


La decisión de abandonar su familia, actividades, profesión y de abrazar una vida común de penitencia, pobreza y oración fue tomada según la tradición, el 15 de agosto de 1233. Esta comprobado sin lugar a dudas que Cafaggio, localidad situada al otro lado de las murallas de Florencia, más allá de la Porta di Bella, fue el lugar adonde se retiraron inicialmente. Surgía donde hoy se yergue uno de los conventos más importantes de la Orden: el de la Santísima Annunziata (la Anunciación). Al retirarse de la vida pública y ante su opción religiosa tan radical, se suscito tal estupor que a la nueva ermita acudían visitantes y seguidores. Los siete fundadores (con certeza solo conocemos el nombre de dos de ellos, Bonfilio y Alejo, aunque por tradición se les asignan a los cinco restantes los nombres de Amadeo, Bonayunta, Maneto, Sostenes y Hugo), apoyados por el obispo Ardingo y deseosos de meditar más a fondo su vocación, se dirigen a la soledad de Monte Senario, una colina de 800 metros sobre el nivel del mar, ubicada a 18 kilómetros de Florencia. No podemos excluir que en esta decisión haya influido de manera determinante el momento crítico por el que pasaban en Florencia los güelfos. Sea como fuere, el retiro a Monte Senario se remontaría a 1245, casi por los años durante los cuales desarrollaba en esa ciudad su misión el dominico San Pedro de Verona, defensor de los derechos del papa, que sentía gran estimación por los siete y que era un sincero devoto de la Virgen.

A partir de su retiro a Monte Senario, ese convento será siempre para la Orden de los Siervos de María un punto de referencia sumamente importante, al grado de que hoy todos sus integrantes lo consideran el símbolo y el testimonio concreto de los orígenes. Aquí se conservan, entre otras cosas, las reliquias de los siete fundadores.


Para saber sobre Montesenario: https://www.montesenariosacroeremo.eu/

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