viernes, 14 de agosto de 2020

DE LOS RETABLOS DE NUESTRA SEÑORA (1)


IN PRIMIS ERIGUETUR ALTARE SUB TITULO SEPTEM DOLORUM


  Pie de foto: Fragmento Carta erección V.O.T. Carmona.

En 1784 los terciarios servitas son emplazados en el antiguo templo de san Teodomiro de la Compañía de Jesús recientemente titulado como Parroquia del Salvador, pues pocos años antes se había trasladado desde su primitiva sede en la plaza de Arriba. El edificio gótico-mudéjar que albergaba la parroquia hubo de ser reconstruido tras el terremoto de Lisboa, una década después obligó a la parroquia a trasladarse al convento de Madre de Dios y desde allí al templo jesuítico abandonado tras la expulsión de la Compañía de los reinos de España en 1767; junto con ella se trasladaron las hermandades que tenían su sede en el Salvador: la Hermandad de la Esperanza, la Sacramental y la de ánimas, así como sus altares con las dotaciones correspondientes. Concesión del altar colateral del Salvador. El grupo de los terciarios servitas fundados dentro de la congregación rosariana de mujeres de san Bartolomé debían buscar una nueva sede, condición sine qua non que el Consejo de Castilla proponía para su total aprobación y segregación de las Esclavas. De acuerdo con los Beneficiados y curas de la Parroquia, los servitas se trasladan con las aprobaciones del Prior General y de las autoridades diocesanas al antiguo templo de san Teodomiro en noviembre de 1784 y celebrando en este templo el 30 de ese mes el primer Cabildo de Elecciones. En el Acta de ese día queda reflejada la concesión por parte del clero parroquial del "Altar para la colocación de la Stma. Virgen de los Dolores y Retablo suficiente para que en el practicase la congregación sus exercicios, y los Sres. Beneficiados le señalaron el colateral" lugar donde ha venido recibiendo culto hasta la actualidad. La Carta Patente de constitución dada en Roma por el General de los Siervos de María el 7 de abril de 1783 se ordena que una vez erigido canónicamente el Orden Tercero por los hermanos y hermanas, debía levantarse un altar a los Siete Dolores de la Virgen: "in primis eriguetur altare sub titulo Septem Dolorum SS. VIRGINIS deinde qualibet sexta feria, et sifieri nom incommode potesi, qualibet dia ac prefertin Dominica, et diebus festivitis, recitetur coram eoeden altari corona earumdem Septem Dolorun patientientissima nostrae deipara" -que se levante un altar bajo el título de los Siete Dolores de la Santísima VIRGEN y que después en cualquier Sábado o si se puede primeramente en Domingo o en día festivo, se recite públicamente en este altar la Corona de los Siete Dolores de la pacientísima Madre de Dios-. De igual forma se autorizaba a la procesión y fiesta de los Dolores en el tercer domingo de septiembre o el Domingo de Pasión. Desconocemos qué retablo pudo usar originariamente la orden tercera para colocar la imagen de la Virgen de los Dolores y celebrar sus cultos, pues el templo jesuítico que se había inaugurado en 1720 con la mayoría de sus altares, aunque los dos colaterales -dedicados a San Ignacio y a san Francisco Javier- serán encargados a José Maestre en 1726 y 1730. Estos dos grandes retablos que eran los colaterales se desmontaron tras la expulsión; pasando el de san Ignacio a la parroquia carmonense de San Blas como retablo mayor y el otro al pueblo de las Cabezas de san Juan donde hace pocos años ha sido seccionado para ubicarlo en una nueva parroquia.



Pie de FOTO Altares jesuíticos en San Blas y en las Cabezas de San Juan

En el documento de agregación de la congregación rosariana de san Bartolomé, obtenida en 1740, se obligaba también a erigir un retablo a la Virgen de los Dolores y los santos servitas Felipe Benicio y Juliana Falconieri, como era habitual tras la erección o agregación a la Orden de los Siervos de María. Las imágenes de estos santos realizadas para el retablo servita en el Salvador existen en la actualidad y han sido datadas como obras del último tercio del siglo XVIII. San Felipe figura en el actual retablo y la compañera de santa Juliana fue trasladada en 1975 a la iglesia de Santiago y colocada como santa Rita (sic) en la hornacina superior del retablo del Cristo en la columna.




Pie de Foto. Conjunto de los Santos Servitas. Altar del Carmen Calzado y el altar neoclásico.

El retablo que desde 1784 venía usando la Dolorosa servita no debía estar acorde con la solemnidad de los cultos y de los usos devocionales a los que estaban acostumbrados los terciarios, razón por la que aprovechando la reducción de conventos por la abolición decretada por José I, se hicieron con un retablo del monasterio de los carmelitas calzados establecidos en la iglesia del Carmen o de san Roque a la entrada de Carmona. Suponemos que debía de tratarse de uno de los tres magníficos retablos que el renombrado Cayetano de Acosta realizó para el presbiterio y crucero de ese templo (hoy dispersos en Fuentes de Andalucía, Gota de Leche en Sevilla o el desaparecido en Lora del Río).




Pie de Foto: Convento del Carmen Pie de Foto: Altar desaparecido en Lora de Río

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