Desde el inicio del cristianismo el nombre de
"Jesús" es motivo de reflexión y culto. El Evangelio de Lucas 1:31, el ángel dice a María que llame a su hijo Jesús; y
en Mateo 1:21 el ángel le dice a José que llame al niño
Jesús: «llamarás su nombre Jesús porque él salvará a su pueblo de sus pecados»,
asociándose atributos salvíficos al nombre de Jesús en la teología cristiana
como el de Mateo se recoge. Siguiendo la tradición judía puede confundirse el
nombre propio y el título o misión de la persona. En este caso y etimológicamente
puede significar: «para liberar, salvo».
Como devoción podemos
detectar sus inicios a partir del himno “Jesu,
dulcis memoria”, atribuido a San Bernardo, 1153, que canta con excelso lirismo
el nombre de Jesús. Dice entre otras cosas:
Nada más suave se canta
Nada más profundo se oye
Nada más dulce se piensa
Que Jesús, Hijo de Dios
Nada más suave se canta
Nada más profundo se oye
Nada más dulce se piensa
Que Jesús, Hijo de Dios
Puerta de Sagrario. Parroquia San Bartolomé
Más tarde
las comunidades dominicas y sobretodo franciscanas por San Bernardino de Siena (1444),
propagador incansable del Nombre de Jesús. Incorporan esta fiesta a su
calendario en el año 1530. Sin embargo será a la Orden de Predicadores a la que
los pontífices encomiendan la promoción de la alabanza y veneración del
santísimo nombre de Jesús, ya el papa Gregorio X mediante una bula
del año 1274, encargó oficialmente a los frailes Predicadores motivado quizás
porque el beato Jordán de Sajonia,
sucesor de Santo Domingo, siendo prior de Colonia en 1229, predicaba la devoción
al nombre de Jesús y el beato Enrique
Susón, OP, uno de los grandes místicos renanos, se cuenta que tatuó a fuego en
su pecho el nombre de Jesús.
Fray Andrés Díaz fundó en Portugal en 1423. Aún así el papa Pío IV (tuvo que encargar de nuevo oficialmente a los dominicos la promoción del culto al santo nombre de Jesús. Entonces, ya coaccionados, sí que aumenta en la Orden la predicación y organización de esta devoción y ya en el año 1686 la admiten en el calendario de fiestas propias de la Orden. San Ignacio, eligió en monograma del Nombre de Jesús para escudo de la Compañía.
Imagen del Dulce Nombre. O.S.S.M
La imagen
del Dulce Nombre de la Orden Servita
Hay constancia en los archivos de nuestra
Fraternidad de la devoción de la Orden Tercera a la imagen del Niño Jesús que
recibe culto junto al altar de nuestra Dolorosa. Se desconoce en qué momento
llegó a la Orden más allá de la tradición oral que lo data en la primera mitad
del siglo XIX. A ciencia cierta sabemos que anualmente celebraban en su honor
un quinario, conservándose coplas e himnos en el Musiquero de la Orden y los
pagos de estos cultos en los libros de Mayordomía. Tuvo como camareras a
diversas damas de la aristocracia carmonense. En la década de los años 90 del
pasado siglo se retomó el culto y salida procesional de la Imagen, hoy en día
en Navidad y en la procesión del Corpus Christi.
Partitura Himno Dulce Nombre. OSSM.
La
Cofradía del Dulce Nombre de los dominicos
En 1501 Juan Mateos inició a construir una ermita en la salida de la ciudad
hacia Lora del Rio, pocos años más tarde llegó a un acuerdo con la orden de
predicadores para la fundación de un monasterio en el mismo lugar. Los
religiosos obtuvieron con la prontitud requerida todos las autorizaciones
pertinentes: el 8 de noviembre de 1505 la bula Papal, el 7 de febrero de 1506
la autorización del arzobispo de Sevilla y, finalmente, el 8 de septiembre de
1506 de la propia Orden. En 1522 debía
estar el templo terminado pues de ese año es la cripta enterramiento de los
fundadores.
Desconocemos en qué año exactamente se
debió erigir la Cofradía del Dulce Nombre de Jesús pues según algunas actas de
esta cofradía fechadas a fines del siglo XIX se apunta la posibilidad de que
existiera en 1502, fecha excesivamente temprana pues la verdadera difusión de
este tipo de corporaciones que se difundieron en Castilla a partir de la
erigida en Burgos, hacia 1550. En nuestra Diócesis fue obligatoria su constitución a partir del
edicto sinodal del obispo Cristóbal de Rojas que hizo obligatoria en 1562 para
la defensa del segundo mandamiento tal
como aprobó el Concilio de Trento
Reja de la Prioral de
Santa María
En la reja procedente con probabilidad del
monasterio dominico y ahora en la prioral de Santa María puede leerse: DEL
DVLCE NONBRE IHS ESTA CAPILLA ES NONBRADA I EN SV SERVICIO DOCTADA”. Y en la
parte interior: “DOMINE NOM SECVMDVM PECATA NOSTRA FACIAS NOBIS AÑO DE 1557 AÑOS”.
Fecha más probable para la fundación de la cofradía del Dulce Nombre de Jesús
que estará integrada en los próximos cuatro siglos de su existencia por las
familias de la oligarquía local. A inicios del siglo XVIII estaba presidida por
el Alférez Mayor de la ciudad Teodomiro de Briones Quintanilla que sucedió
a Bartolomé de Briones que era Caballero
de la Orden de Calatrava. Los mismos Priostes pertenecían a estas familias y a
la de los Tamariz, Bordas o Ponce de León, miembros de diferentes órdenes militares;
pertenecían además - según las Actas de los Cabildos- miembros de las familias Escobedo, Merino de Arévalo y de
los Barba. Familias que copaban todos los cargos públicos de la ciudad.
La Cofradía del Dulce Nombre tendrá
una vida muy pujante hasta la desamortización de 1835, terminando por unirse a
la del Rosario unos años más tarde y
trasladándose a la Parroquia de San Pedro donde languideció a partir de la
segunda mitad del XX.
La
imagen del Dulce Nombre efectuaba dos salidas procesionales anuales: una
penitencial el viernes santo y otra de gloria
el domingo de resurrección. En la
primera de ellas la imagen del Niño Jesús vestía túnica de cola penitencial y
procesionaba sobre un globo terráqueo y a sus pies ángeles y demonios en una lucha bajo la cruz.
En el siglo XIX concurría el domingo de ramos con la de la Orden Tercera
Servita suscitando un cruce de denuncias ante el regidor de la Ciudad pues la
del Dulce Nombre alegaba salir de penitencia por un recorrido que mantenía los
adornos y las calles alfombradas por la de los terciarios.
La
procesión en la mañana del domingo de resurrección debió incorporarse en algún
momento del siglo XVII o XVIII desconocemos ese dato y cómo se realizaba. El uso
de las imágenes de Jesús niño para representar al Resucitado vino de la mano de
la exaltación eucarística promovida por Trento y su unión con el culto a la
Virgen como Madre de Dios. El encuentro del Domingo de Resurrección se producía
en algún espacio diáfano del itinerario, en el que ambas imágenes se inclinan
una frente a otra, entre tiros de fuegos de artificios o arcabuces. La imagen de la Virgen se trasladaba desde el
convento de santa Catalina de monjas dominicas y situado en el casco antiguo de
la población. Las religiosas eran las encargadas de vestir la imagen pues en 1780 se nombra una diputación para que la tuvieran preparada en fecha para
la procesión del Señor Resucitado y fuera conducida al encuentro de su Hijo
"con el acompañamiento que se pudiera". Se desprende por diversos
actas que el encuentro no tenía siempre lugar en la misma zona y era más una
eventualidad, pactada o no de antemano:
"ya
que muchos años no concurren los pasos en el raso ante la nuestra Iglesia donde
esperan los religiosos del Convento y decidiose por eso quedar con nuestro
muñidor enviar aviso con tiempo a los
capellanes sobre el lugar donde la imagen se encontraba, evitandose el disgusto
de llegar y no encontrarse a nuestros capellanes y señores al y que en estos
años de atrás no acuden ninguno de ellos, por lo que han sido frecuentes en
estos años los desencuentros entre los fieles y los
hermanos no pudiéndose evitar el escándalo y ocurrir disputas sobre el lugar
que se deben ocupar para que Nuestra Señora se halle con nuestro Señor del
Dulce Nombre recibirla...y en otra ocasiones estar la comunidad en sus rezos y
convites" ( Cabildo de hermanos . 1781)
Altar mayor del
desaparecido convento de los Carmelitas de San José
La
Cofradía del Convento de los carmelitas.
Otra cofradía dedicada al culto al
Niño Jesús será la establecida en el convento de los carmelitas descalzos de
San José y titulada del Niño de los Dolores de la que sólo conservamos unos
pocos datos sobre la celebración de cabildos en el siglo XVIII -Cabildo de la
cofradía del Niño de los Dolores, Carmona 27-III-1769. APC Manuel de la Rúa
Morillo 1769, fols. 70-70v-
(Datos extraídos de la Ponencia "Encuentro y desencuentros en la procesión del Nazareno en la Carmona del Barroco", de Fernando J. de la Maza. Actas del Congreso Internacional Calle de la Amargura, pág 581/615.Cádiz,2019. Artes Gráficas Moreno)
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