lunes, 25 de abril de 2011

FELICITACION POR LA PASCUA DEL PRIOR GENERAL



            Nuestro querido Prior General Fray Ángel María Ruiz Garnica nos remite  la siguiente carta de felicitación con motivo de la Pascua, escrito extensivo a toda la familia servita, que a continuación pasamos a transcribir:

FELICES PASCUAS DE RESURRECCIÓN
En unos días más celebraremos la solemnidad de la Pascua, la fiesta más grande e importante de nuestra vida cristiana. Celebraremos esta grande fiesta con el corazón lleno de alegría y de esperanza, concientes de que sólo en Cristo resucitado encontramos la razón de nuestra vida, la veracidad de nuestra fe, la respuesta a nuestros más profundos interrogantes.
Estoy convencido, también, que celebrando estos misterios de nuestra fe nos vendrán espontáneamente, una vez más, las siguientes preguntas: ¿Qué podemos hacer para que la Pascua sea una verdadera fiesta de la vida? ¿Cómo gritar a los demás que Cristo ha resucitado y que este acontecimiento ha cambiado nuestras historias? ¿Cómo transmitir a los demás el gozo de haber sido rescatados?
 Seguramente viviremos las celebraciones de estos días con mucha devoción, con respeto y atención y tal vez comentaremos que hemos asistido a celebraciones hermosísimas, que nos han emocionado y que nos han hecho sentir orgullosos de nuestra religión. Pero, después ¿qué cambia en nosotros? ¿Qué sucede con nuestras vidas? Celebrar la Pascua no debe ser sólo algo sentimental. La resurrección de Cristo no es un recuerdo bonito del pasado, ni tampoco un hecho histórico sin trascendencia. La resurrección del Señor nos introduce en una nueva luz, en un nuevo modo de ver el mundo, en una vivencia nueva e irreversible llena de entusiasmo, de fe y de esperanza. La resurrección es una verdad que debe ser encarnada en nuestra andadura histórica al grado de hacernos resucitar cada día a una vida nueva como testigos de Cristo que ha vencido a la muerte, que ha devuelto la inocencia a los caídos y la alegría a los tristes, que ha expulsado el odio, ha traído la concordia y ha doblegado a los potentes.
Es importante por lo tanto que esta Pascua sea un verdadero paso de la muerte a la vida, de las tinieblas a la luz, de la tristeza a la alegría, del pecado a la gracia, de la incertidumbre a la fe, del desaliento a la esperanza, del sin sentido de la vida a la plenitud de sentido, de la mentira a la verdad, del extravío al camino cierto, de la presunción a la humildad, del favoritismo a la justicia, del egoísmo al compartir, del odio al amor, de la nada al Todo.
Animo, Cristo ha resucitado. Seamos testigos convencidos, coherentes, fieles y operosos. Dejemos nuestras tumbas vacías, salgamos de nuestras trincheras sin sentido, echémonos a correr para anunciar la Buena Nueva del Evangelio, ofrezcamos a todos gratuitamente nuestro servicio, caminemos con María guiados por el Espíritu, compartamos el Memorial que Cristo Vida nos ha dejado.         


FELICES PASCUAS DE RESURRECCIÓN
“Por sus santas llagas gloriosas, nos proteja y nos guarde
Jesucristo nuestro Señor”


Roma, desde nuestro convento de San Marcelo,
Abril de 2011 

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