viernes, 15 de junio de 2018

SANTA JULIANA FALCONIERI




19 de junio

La figura de Santa Juliana  supone una de las más preclaras y conocidas de la Orden de los Siervos de María y quizás la que junto a la de san Felipe Benicio sea más representada en las artes

Santa Juliana  nace en torno a 1271 en Florencia en el seno de una familia de alto nivel económico: los Falconieri. Pero los demás datos biográficos proceden de escritos de inicios del siglo XV. Sabemos que estuvo integrada en la comunidad de los religiosos que desde los primeros momentos de la Orden estuvieron establecidos  en S. María de Cafaggio, llamada después Santísima Anunciación. Existe un ejemplo documentado de mujer laica amiga de los Siervos que  se remonta a los tiempos de los primeros frailes, es el caso de  Juanina (+ 13 de septiembre de 1317), pariente probable de fray Juan de la Tosca, algún estudioso intenta identificarla con santa Juliana.  

Por los escritos de Fray Paolo Attavanti (1494) sabemos  que ella era sobrina de san Alejo, hija de Chiarissimo de Falco y Reparata Falconieri; se dice que Chiarissimo fuese hermano de alejo, uno de los Siete Santos Fundadores de la Orden de los Siervos de María, y por lo tanto tío de Juliana, al cual la joven miraba como a un padre espiritual y que fue la primera "terciaria" o "mantelada" de la Orden de los últimos decenios del siglo XIII hasta su muerte, fijada más adelante el 19 de junio de 1341, brillando por la vida virginal, penitente y piedad hacia Jesús eucaristía y crucifijo.

A fines del siglo XV con la extensión de las comunidades femeninas de los siervos empezó a ser considerada como origen de este tipo de vida consagrada y supone para nuestra orden lo mismo que  Clara de Asís para la orden "seráfica" y Catalina de siena para las dominicas.


En las actas se lee también que esta virgen castísima tuvo una tan viva devoción a la pasión de Cristo que, después de su muerte, le fue encontrada impresa en su pecho, como un sello, la imagen de Cristo crucificado; lo confirman las antiguas imágenes de Juliana, que todavía hoy todos pueden ver en los altares de la iglesia de la Santísima Anunciación de Florencia. En esta iglesia, en una caja de madera, se conservan sus venerables huesos. 

En su honor, sobre su sagrada tumba, fue puesto este epígrafe: “Juliana, virgen insigne por sus milagros, gloria de la familia Falconieri, honor y orgullo de Florencia y de la Orden de los Siervos, siguió el ejemplo de santidad de su tío Alejo, uno de los siete iniciadores de su Orden; pareció brillar en el cielo, de donde vino, como un segundo sol.


SU CULTO EN CARMONA

En nuestra ciudad existen dos imágenes de nuestra Santa, la primera se realizó a mitad del siglo XVIII para el retablo de la congregación Rosariana de Nuestra Señora de los dolores en la Capilla de Nuestro Padre Jesús Nazareno en el templo de san Bartolomé. La agregación en 1739 de esta congregación a la Orden de los Siervos obligaba a la construcción de un retablo con las imágenes de santa Juliana y san Felipe. Posteriormente al escindirse el grupo que formalizó la VOT Servita de Carmona en 1783 en el templo del Salvador hubo de levantar nuevo retablo y realizar otra imágenes de estos mismos santos. A fines de los años 60 del pasado siglo se desmontó el retablo y la imagen de nuestra Santa fue trasladada al templo de Santiago donde figura actualmente. Junto con la de san Felipe son obra neoclásica.

Desde hace unos 15 años nuestra Fraternidad venera una reliquia de Santa Juliana en un bello relicario realizado por el orfebre Juan González en estilo Manierista.

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