martes, 5 de marzo de 2013

UNA JOVEN PERSONIFICARÁ A LA VERÓNICA EN EL VIA CRUCIS

   

       Con motivo de la  celebración del Via Crucis del Señor de la Divina Misericordia  se incorporará la figura de la  Santa Mujer Verónica  que será representada por una joven  portando el tradicional mandylion tal como era costumbre en los antiguos cortejos penitenciales y que se mantiene aún en  localidades vecinas a Carmona.

         En esta ocasión la  Verónica  será encarnada por la joven María Jesús Pérez Pérez , para la que el modisto José Luis Guerrero ha diseñado un vestuario de clara inspiración  barroca basándose en las pinturas de las santas que decoran  la iglesia de Santa Clara de esta localidad.  El santo Rostro será pintado por Luis Maqueda Toro estudiante de la especialidad de Restauración.

   SANTA VERÓNICA

       Su nombre podría proceder del latín significando "verdadero ícono o imagen" en referencia al hecho de quedar plasmado en su mandylion el rostro de Cristo, esta escena no se recoge en los Evangelios canónicos pero si en el apócrifo denominado Actas de Pilatos. Desde los primeros siglos de cristianismo  formó parte de la memoria de la Pasión de Jesús. En la Edad Media se incorporó a la VI Estación del Vía Crucis y Dante la evoca en el canto XXXI del Paraíso.

 Modelo de Misericordia

        La Fraternidad Servita al recuperar esta figura de los antiguos cortejos  de los cristos  nazarenos, más alegórica que histórica, quiere presentar a la Verónica como encarnación de la misericordia – título del Señor de los Servitas-, ya que es recordada por su gesto compasivo hacia Jesús en su camino al Calvario, donde unos le agredían, otros permanecían indiferentes ante tanta crueldad, movida  por una gran compasión por aquel desconocido que sufre  venció todo miedo y decidió amar en medio de una multitud movida por odio o la indiferencia.  Su acto misericordioso fue premiado en aquel momento con el regalo del rostro de Cristo, que  encarna el sufrimiento de los hombres y mujeres de todos los tiempos.

       Gesto misericordioso que como bien nos recuerda el texto del Via Crucis del Coliseo presidido en 2011 por SS Benedicto XVI:
"A lo largo del Camino de la Cruz, la piedad popular señala el gesto de una mujer, denso de veneración y delicadeza, casi un rastro del perfume de Betania: Verónica enjuga el rostro de Jesús. En ese rostro, desfigurado por el dolor, Verónica reconoce el rostro transfigurado por la gloria; en el semblante del Siervo sufriente, ella ve al más bello de los hombres. Ésta es la mirada que provoca el gesto gratuito de la ternura y recibe la recompensa de la impronta del Santo Rostro. Verónica nos enseña el secreto de su mirada de mujer, «que mueve al encuentro y ofrece ayuda: ¡ver con el corazón!». [

Humilde Jesús,
nuestra mirada es incapaz de ir
más allá:
más allá
de la indigencia,
para reconocer tu presencia,
más allá de la sombra del pecado,
para descubrir el sol de tu misericordia,
más allá de las arrugas de la Iglesia,
para contemplar el rostro de la Madre.

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