viernes, 28 de septiembre de 2012

MEMORIA DE LA FESTIVIDAD DE NUESTRA SEÑORA DE LOS DOLORES



       Con motivo de la Solemnidad de la Patrona de la Orden Servita, la Virgen dolorosa, nuestra fraternidad celebró  fervoroso culto los días 14 y 15 de septiembre. En la festividad de la santa Cruz, cercana la medianoche,  celebramos la Vigilia Benedicta presidida de un lucernario en honor de nuestra Titular. La intención de esta oración se ofreció por el nuevo ministerio del que ha sido nuestro Párroco, Don Adrián Sanabria recientemente nombrado Vicario Episcopal para la Nueva Evangelización.   


       Al finalizar se dio lectura a una carta remitida por el Prior General de la Orden dirigida a este sacerdote agradeciéndole cuanto ha realizado en pro de la fraternidad de Carmona, deseando recuerde su paso por nuestra Parroquia se le ha regalado una escápula para casulla decorada a mano por nuestros hermanos y en la que aparece la figura alegórica de la Fe. Tras esta celebración tuvimos una convivencia con motivo de la festividad.


       El día 15 la iglesia del Salvador estuvo abierta todo el día para facilitar la oración de los devotos y la veneración de la imagen de María santísima de los Dolores. A las 12:00 hrs. del mediodía se realizó la liturgia del Ángelus.


viernes, 21 de septiembre de 2012

DEDICACIÓN DE LA BASÍLICA DE MONTE SENARIO


22 de septiembre


       Los Siervos de María celebran cada año la dedicación de la basílica de Monte Senario, el lugar donde los siete primeros Padres pusieron los cimientos de la Orden, que allí encuentra, en todas las épocas, motivo y estímulo para su renovación espiritual. Hasta el siglo XVII la iglesia de Monte Senario llevó el titulo de «santa María de los Siervos», pero el 4 de abril de 1717 quedó dedicada a la santísima Virgen de los Dolores.
 Del Oficio de Lecturas
Venid, veamos el lugar que el Señor nos ha preparado, subamos al monte del Señor


       El autor de la Leyenda sobre el origen de la Orden, al describir el itinerario espiritual de los siete primeros frailes Siervos de santa María, nos enseña cuán importante fue para ellos el retiro y soledad en Monte Senario. Cuando llegaron allí, a finales del año 1245, o a comienzos del año siguiente, fue como si hubiera empezado una nueva etapa del camino que Dios les había destinado. En efecto, Monte Senario fue para nuestros siete Padres «la montaña preparada por Dios» y «reservada por la divina providencia».
        El hagiógrafo describe la maravillosa naturaleza de aquel lugar como si la viera con los mismos ojos de los siete Padres: una pequeña y acogedora planicie en el vértice del monte, una fuente de agua purísima, un bosque tan bien ordenado como si lo hubiera plantado una mano de hombre. Pero sobre todo lo presenta como idóneo para el propósito de los siete Fundadores, «ya que estaba apartado de cualquier lugar habitado y era plenamente adecuado para los que querían hacer penitencia en la cumbre de él». Al darse cuenta de todas estas cualidades, los siete primeros Padres saludaron Monte Senario con el nombre sagrado y bíblico de «monte del Señor». El autor de la Leyenda nos presenta a los Siete cuando a la vista del Senario, exclaman: «Venid, veamos el lugar que el Señor nos ha preparado, subamos al Monte del Señor, lugar apropiado para nuestra vida de penitencia». La ascensión de los Siete a la cumbre de aquel monte fue un signo y una imagen de sus ascensiones espirituales.
        Allí, en la cima del monte, los Siete santos varones construyeron una domuncula, una pequeña casa para habitación; para la oración y la celebración de los sagrados misterios, edificaron una ecclesiola, una pequeña iglesia u oratorio, y lo dedicaron a santa María, para demostrar su devoción a la Madre de Dios, su gloriosa Señora, abogada y mediadora. Muy pronto, en la Orden de los Siervos, se introdujo la costumbre, a imitación de los primeros Padres, de dedicar las iglesias a santa María; leemos a este propósito en las Constitutionesantiquae: «Todas las iglesias de nuestra Orden y su altar mayor serán edificadas y consagradas en honor de nuestra Señora».


          Las vicisitudes del culto a la santísima Virgen en Monte Senario coinciden, casi, con las vicisitudes del convento, el cual una y otra vez fue el centro de la renovación espiritual de toda la Orden de los Siervos.
A finales del siglo XV, algunos frailes que habían sido formados en Monte Senario, fundaron la Congregación de la Observancia, con el fin de restituir a la Orden su primitivo fervor.
        El año 1593, el papa Clemente VIII, con la bula DecetRomdnumPontificem, aprobó canónicamente la Congregación de Ermitaños de Monte Senario, que se difundió por la Toscana y el Lacio, destacándose por las virtudes eminentes de sus miembros. Pero el año 1778, Leopoldo, gran duque de Toscana, suprimió la Congregación de los Ermitaños, y así el convento de Monte Senario volvió a la observancia común.
La humilde iglesia de Monte Senario, derruida muchas veces por el correr del tiempo y las inclemencias, fue constantemente restaura da y ampliada por obra de los frailes. También su titulo fue cambiado más de una vez: al ser reedificada, el día 21 de septiembre de 1621, fue dedicada a la Asunción de la santísima Virgen; luego, el año 1717, restaurada y debidamente consagrada, fue dedicada a la Virgen Dolorosa y a san Felipe Benicio. El año 1918, el papa Benedicto XV, con la carta apostólica In Senario Monte, promovió la venerable iglesia a la categoría de basílica menor.


        Todos los Siervos y Siervas de María consideran Monte Senario como un lugar sagrado y como la cuna y patria espiritual de la Orden: porque guarda la memoria de los orígenes de la Orden y conserva los cuerpos de los siete santos Padres, la reliquia más preciada. Monte Senario recuerda a los Siervos cual debe ser su vida: austera y penitente, laboriosa y orante, acogedora y fraternal, escondida en Dios y solícita de las necesidades de los hermanos.
       La basílica de Monte Senario y todas las iglesias de la Orden que posteriormente han sido dedicadas a santa María recuerdan a los Siervos muchos elementos de su espiritualidad: en primer lugar, que están dedicados al servicio de la Madre de Cristo y que toda su vida y su actividad apostólica se desarrollan bajo el patrocinio de la Señora; luego, que es deber suyo procurar que todas las iglesias de la Orden sean un testimonio de la devoción de la Iglesia y de los Siervos a la Madre de Dios; finalmente, que han de convertirse ellos mismos en un templo de Dios santo (cf. 1Co 3, 17) del mismo modo que la Virgen María, acogiendo el Verbo del Señor en su corazón inmaculado y en su seno virginal, se convirtió en excelsa morada de Dios. 

sábado, 15 de septiembre de 2012

LA VIRGEN DE LOS DOLORES, MADRE Y PATRONA SOBERANA DEL ORDEN SERVITA


La fiesta del 15 de septiembre.



El culto a la Mater dolorosa  en la Orden de los Siervos puede rastrearse hasta en la Leyenda de Origine Ordinis del siglo XIII; “Declaro, entre otras cosas [el beato Pedro de Verona] que este hábito que ahora llevan los frailes de nuestra Orden, habrían decidido portarlo siempre para manifestar la humildad de la misma Virgen María y para presentar claramente el dolor que Ella sufrió en la tan amarga pasión de su Hijo” (52: Monumenta OSM, I, p. 98). A dos frailes Predicadores que preguntaron a San Felipe Benicio a qué Orden pertenecía el hábito que portaban él y fray Víctor, su compañero de viaje, el Santo respondió:  “Nos llamamos Siervos de la Virgen gloriosa, de la cual llevamos el hábito de su viudez”  (Legenda beati Philippi, 8: Monumenta OSM, II, p. 71).  
Este devoción especial que contemplaba a la Virgen María dolorosa,  se acrecentó considerablemente durante los siglos XVII-XIX. En este período un hecho particularmente significativo y rico por sus consecuencias cultuales, fue la promulgación del decreto Cum sacrorum (9 de agosto 1692), con el cual la S. Congregación de los Ritos, con la aprobación de Inocencio XII, bajo petición del Prior General, fr. Juan Francisco M. Poggi (1690-1702), reconocía a la Dolorosa como “titular y patrona de la Orden” y la devoción a los siete dolores de la Virgen como “devoción que pertenece a la Orden mencionada, como su principal característica”. El decreto constituía el punto culminante de un largo proceso en el cual varias expresiones de piedad hacia la Virgen Dolorosa – tanto litúrgicas como populares – habían surgido y estaban ya fuertemente arraigadas; pero fue también estímulo y punto di inicio para la creación de otros ejercicios piadosos en honor a la Reina de los mártires.
Aunque los dolores de María aparecen en las Sagradas Escrituras y la reflexión sobre ellos se remonta a la época patrística, esta devoción sólo ha tenido un desarrollo litúrgico en Occidente. En Oriente sólo los Católicos Rutenos tienen una fiesta de la Madre Dolorosa el Viernes posterior a la Octava del Corpus Christi[i], aunque en la iglesia bizantina el recuerdo de la Dolorosa está muy presente en el oficio del Viernes Santo y todos los miércoles y jueves del año, en que se conmemora el sacrificio del Calvario de una manera especial, se reza una antífona mariana llamada staurotheotókion, que canta a María al pie de la Cruz – más información en http://liturgia.mforos.com/1699092/8780044-nuestra-senora-la-virgen-de-los-dolores-15-de-septiembre/-
El origen de esta  fiesta de septiembre  fijada como única  por la Iglesia en 1969  para conmemorar los dolores de la Virgen asociada a la Obra redentora de Cristo, se encuentra en la celebración que cada tercer domingo de mes celebraban los hermanos de escapulario de las Ordenes Terceras Servitas. A principios del siglo XVII  aparece la celebración de septiembre como la más importante, dedicándose todo el mes a la contemplación de los Dolores; el Papa León XIII Pecci concede indulgencia plenaria en la forma acostumbrada cualquier día de septiembre o del día uno al ocho de octubre. Desde 1668, Clemente IX concedió a la Orden el tercer domingo de septiembre como fiesta a la Virgen de los Dolores. El Papa Pío VII la concede a la Iglesia metropolitana de Sevilla en 1807, y a toda la Iglesia el dieciocho de septiembre de 1814, con rito mayor doble, en acción de gracias porque el Emperador Napoleón permitió su regreso a Roma, adoptando la misa y oficio de los servitas.

En la reforma litúrgica de San Pío X, de 1914, con el fin de despejar el ciclo dominical, se fijó el quince de septiembre, haciendo pareja con la del día anterior: la Exaltación de la Santa Cruz. Contemplamos desde la perspectiva de la glorificación los frutos de la Redención de la pareja salvadora, Cristo Nuevo Adán y María Nueva Eva. En palabras de Pablo VI, es “ocasión propicia para revivir un momento decisivo de la historia de la salvación y para venerar junto con el Hijo exaltado en la Cruz a la Madre que comparte Su dolor”.

jueves, 13 de septiembre de 2012

SOLEMNIDAD DE NUESTRA SEÑORA DE LOS DOLORES, PATRONA SOBERANA DE LA ORDEN SERVITA




Con motivo de la solemnidad litúrgica de Santa María al pie de la cruz, la Virgen de los Dolores, la Orden Seglar de los Siervos celebrará el próximo *
 día 14, a las 22,30 hrs., en el templo del Salvador la Salutación a Nuestra Señora, con lucernario y rezo de la Vigilia Benedicta, oración propia de los servitas, en esta ocasión la ofreceremos   por las intenciones  y necesidades  del que ha sido nuestro Párroco Don Adrián Sanabria, recientemente nombrado Vicario para la Nueva Evangelización.

 * El sábado día 15, desde las 10:30 hasta las 13:00 hrs. el templo estará abierto para que los hermanos y fieles puedan rezar ante la imagen; a las 12:00 hrs. se realizará el rezo meditado del Ángelus. Siendo el horario de apertura por la tarde desde las 18:00 hrs. a las 20:00 hrs.

 El Triduo de los Dolores Gloriosos tendrá lugar en el mes de octubre.

lunes, 10 de septiembre de 2012

SANTOS SERVITAS:BEATA JUANA DE FLORENCIA, VIRGEN O.S.M.



       Juana de Florencia vivió en el primer siglo de la Orden, desde su juventud, venciendo los atractivos del mundo y vistiendo el hábito de la Tercera Orden, se dedicó al servicio de la Virgen con una vida casta y penitente. Algunas imágenes, de las que no pocas son significativas por su antigüedad y autoridad, la representan entre los santos más ilustres de la Orden: a veces la colocan al lado de san Felipe Benicio, o bien, la representan no sólo con un lirio, sino también con un libro en la mano. El papa León XII confirmó su culto en 1828.

sábado, 8 de septiembre de 2012

N.H. EL SACERDOTE DON ÁNGEL PUENTES ARENAL NUEVO PÁRROCO DE HUEVAR




El pasado día 2 de septiembre un numeroso grupo de hermanos de nuestra Fraternidad se trasladó a la población de Huevar del Aljarafe donde nuestro hermano el joven sacerdote Don Ángel Puentes tomó posesión como párroco de la de Nuestra Señora de la Asunción; anteriormente ejerció su ministerio sacerdotal como Vicario Parroquial en la Puebla de los Infantes. Ante una numerosa asamblea de fieles Don Ángel se puso al servicio de cada uno de ellos, en especial de los más necesitados, enfermos.. por´que no era él quien tomaba posesión de la parroquia, si no el pueblo de Huevar el que tomaba posesión de él para servirle, palabras que merecieron un largo aplauso por los presentes. También se trasladaron numerosas representaciones de las poblaciones de la Puebla de los Infantes y de Villamanrique de la Condesa.


jueves, 6 de septiembre de 2012

DIVINA MISERICORDIA: PRIMER VIERNES DE MES

   



        Mañana día 7, primer viernes de mes, nuestra Fraternidad celebrara Viernes de la Divina Misericordia, por cuyo motivo la iglesia del Salvador permanecerá abierta desde las 18,00 horas hasta las 20,30 horas, para todos aquellos hermanos y devotos que deseen orar ante la imagen del Señor de la Divina Misericordia. La oración guiada tendrá lugar a las 19,00 horas

SANTOS SERVITAS: BEATO BUENAVENTURA DE FORLI, SACERDOTE O.S.M.


6 de septiembre

Buenaventura nació en la ciudad de Forlí en torno al año 1410. Entrando en la Orden, se aplicó al estudio de la teología y obtuvo el grado de maestro. En la predicación dio muestras de gran valor y sabiduría. Ocupó numerosos cargos en la Orden, ejerciendo su servicio con extrema prudencia. Llevó vida penitente, amó la soledad, promovió la observancia regular. Murió en Údine el año 1491. Su cuerpo se conserva en la iglesia de santa María de las Gracias de aquella ciudad. El papa Pío X confirmó su culto en 1911.
Oficio de lectura
Admirable por la eficacia de su predicación y por su sanidad
Buenaventura nació en Forlí hacia el año 1410. Ingresó en la Orden de los Siervos de María en su ciudad natal, terminado el noviciado en el año 1448, fue enviado a Venecia, en donde pasó seis años entregado al estudio de las ciencias sagradas, obteniendo el grado de maestro. En el convento de Venecia convivió probablemente con el beato Bartolomé, hombre de gran santidad, que conjugaba en su persona el amor a la soledad con el fervor de la predicación evangélica.
Buenaventura se dedicó intensamente a la predicación. En efecto, consta por varios documentos que predicó innumerables sermones, principalmente cuaresmales, en Venecia, Florencia, Bolonia, Brescia y Perusa, con una asistencia masiva de fieles. Era considerado como un imitador de san Pablo. Pues –como refiere fray Felipe Albrizzi en su obra titulada Institución de la Congregación de los frailes Observantes Siervos de santa María- era, como el Apóstol, “admirable por la eficacia de su predicación y por su santidad”. Es digna de recuerdo su predicción en Perusa, cuando una gravísima epidemia afligía la ciudad; con sus palabras logró que los habitantes impetraran la ayuda de Dios con la oración y la penitencia y que, además se esforzaran en socorrer a los pobres y enfermos. Su fama de predicador creció de tal manera que el papa Sixto IV le dio facultades para predicar en cualquier sitio como predicador apostólico.
Desempeñó varios cargos en la Orden; por gestiones suyas pasaron a la Orden el convento de ForlimpópoliForlí y, en 1488, el de santa María del Paraíso, en Clusone (Bérgamo).
En aquel entonces, movido por el deseo de entregarse plenamente a la penitencia y la contemplación, Buenaventura pidió permiso al papa Sixto IV para hacer vida eremítica. En el año 1483, el sumo pontífice accedió a su petición, y le permitió retirarse a un lugar solitario junto con seis compañeros. No sabemos el lugar preciso en donde se retiró Buenaventura, pero, por algunos documentos del siglo XVII, puede conjeturarse que pasó algún tiempo en el eremitorio de Monte Senario. Poco después, obligado por la caridad o la obediencia, volvió a la vida conventual. Nombrado prior de la provincia romañola, ejerció este cargo con gran prudencia y promovió la observancia de la disciplina regular.
Fray Antonio Alabanti, prior general, abrigó el propósito de restablecer en la Orden una disciplina más rigurosa, para lo cual se valió del consejo y la ayuda de Buenaventura. Fue también este hombre de Dios quien, al surgir serios descontentos entre la Congregación de la Observancia y el prior general, trabajó por restablecer la paz y la concordia. Al año siguiente, en el capítulo de la Congregación de la Observancia, fue elegido vicario general, cargo en el que fue confirmado poco después por el capítulo general de la Orden.
Algunos escritores de nuestra Orden, quienes conocieron la beato Buenaventura, nos describen su amor a la penitencia y a la soledad. Fray Felipe Albrizzi escribe: “Era muy bajo de estatura y de constitución endeble, de mediana cultura. Era religioso de gran santidad, llevaba una barba inculta; soportaba el calor del verano, el frío y las heladas del invierno, sin que se le viera nunca calzado; tanto es así que más de una vez salía sangre de sus pies agrietados. Vestía muy pobremente, nunca comía carne ni bebía vino, dormía sobre el duro suelo o, a veces, sobre unas tablas; practicaba en fin, todas las mortificaciones que él consideraba necesarias para dominar su cuerpo. Con su oración alcanzó de Dios varios milagros, incluso en vida”. Esto mismo, más o menos, es lo que escribió también sobre él fray Gasparino Borro en elegantes versos.
El año 1491, cuando Buenaventura se hallaba en Údine predicando los sermones cuaresmales en la iglesia catedral, cayó enfermo a consecuencia de su avanzada edad y austeridad de vida, muriendo el jueves santo de ese año.
Su cuerpo recibió sepultura en la iglesia de santa María de las Gracias. Andrés Loredán, legado de la república de Venecia en Údine, cayo gravemente enfermo y acudió a la intercesión del beato Buenaventura. Una vez curado, cuando en el año 1509, terminado su mandato, regresó a Venecia, en señal de gratitud hizo trasladar el cuerpo del Beato a Venecia, a la iglesia de los Siervos de María.
El año 1911 la Sagrada Congregación de Ritos ratificó el culto que ya desde tiempo inmemorial se tributaba a Buenaventura. Después de varias vicisitudes, sus restos fueron trasladados de nuevo, en 1968, a la iglesia de santa María de las Gracias de Údine.

miércoles, 5 de septiembre de 2012

SANTOS SERVITAS :B. MARIA MAGDALENA STARACE, VIRGEN FUNDADORA DE LAS RELIGIOSAS COMPASIONISTAS SIERVAS DE MARÍA



María Magdalena (Costanza) Starace nació en Castellammare de Stabia (Nápoles) el 5 de septiembre de 1845. Desde niña deseó consagrarse a Dios. En 1865, llevada por el amor hacia la Madre Dolorosa, vistió el hábito de la Tercera Orden de los frailes Siervos de la bienaventurada Virgen María, asumiendo el nombre de María Magdalena de la Pasión. En 1867 emitió los votos religiosos en presencia del obispo de la diócesis; él le dio el encargo de fundar la Piadosa Unión de las Hijas de María para asistir las niñas en peligro. Aumentando rápidamente el número de las niñas y de sus educadoras, en 1871 el obispo erigió canónicamente la Piadosa Unión y nombró superior a M. Magdalena. Fue este el primer núcleo de la Congregación de las Religiosas Compasionistas Siervas de María. M. Magdalena murió en Scanzano de Stabia el 13 de diciembre de 1921 y ahí fue sepultada en el santuario dedicado al Sagrado Corazón de Jesús. Benedicto XVI la declaró Beata el 15 de abril de 2007



Del Oficio de Lecturas

Su única gloria, ser Sierva de María
María Magdalena Starace nació en Castellammare de Stabia (Nápoles) el 5 de septiembre de 1845. Bautizada con el nombre de Constanza, desde joven mostró inclinación a la oración y al recogimiento, favorecida aún por la educación de la madre, mujer piadosa, que en el nacimiento, la había consagrada a la Virgen Dolorosa. Se conserva una estatua pequeña de la Dolorosa junto a al cual hay un papelito, donde M. Magdalena escribió: «Junto a esta Madre he crecido y educada». Fu enviada por los papás en Institutos religiosos como interna, pero por motivos de salud tuvo siempre que regresar a la familia. Mientras ella, había madurado el deseo y el propósito de consagrarse al Señor y llegar a ser religiosa. A los quince años, con el consentimiento del Confesor, hizo voto de pobreza, castidad y obediencia. A los veinte años entró a formar parte de la Tercera Orden de los Siervos de María, asumiendo el nombre de sor María Magdalena de la Pasión de Jesucristo. El obispo de Castellammare, mons. Francisco Petagna (+1878) le dio el encargo de enseñar catecismo a las niñas pobres y de dirigir dos asociaciones de piadosos jóvenes.
En aquellos años, sobre todo en el centro-sur de Italia, las condiciones de la población eran bastante incómodas, aún por las constantes epidemias, que habían dejado una estela de muertos y una número de niños huérfanos; M. Magdalena y algunas jóvenes Hijas de María empezaron a visitarlas y a instruirlas. Cuando aumentó el número de huérfanas y educadoras, las jóvenes las jóvenes rentaron una casa más grande y se establecieron allí. En 1871 el obispo erigió canónicamente la institución y nombró Superiora a M. Magdalena. También sus compañeras emitieron la profesión de Terciarias Siervas de María.
En 1872 M. Magdalena adquirió una quinta en Scanzano de Stabia, donde las hermanas se establecieron tomando el nombre de Pobres de la compasión. La compasión, en su acepción más amplia, quedará el estigma de la Congregación y constituye el carisma de las hijas de Madre M. Magdalena. En el primer esquema de la Regla se lee: «El amor y la compasión a Cristo Crucificado y a la Virgen Dolorosa llevan a la religiosa a tener compasión al prójimo en todas sus necesidades sea del espíritu como del cuerpo». En Scanzano había nacido el primer núcleo de lo que será la Congregación de las Religiosas Compasionistas Siervas de María. M. Magdalena Starace no se consideró jamás la Fundadora, pero la humilde ejecutora de la obra que Dios le había confiado. Mons. Vincenzo M. Sarnelli (+1898), sucedió a mons.Petagna, apreció y sostuvo la obra de sor M. Magdalena y llegó a ser él mismo terciario Siervo de María .
La actividad de caridad y de servicio del Instituto procedía con tenacidad y sin cansancio Solicitada por obispo y párrocos la Madre Starace había abierto nuevas casa en Campania y en Pulia para acoger a los enfermos y ancianos. El 1º de noviembre de 1893 el Instituto fue agregado in perpetuo a la Orden de los Siervos de María.
Durante unos treinta años, hasta 1900, la vida de M. Magdalena fue caracterizada por grandes pruebas en el cuerpo y en el espíritu, pero también por singulares favores celestiales. A las pruebas sor M. Magdalena oponía el arma de la oración, la aceptación de la cruz y el abandono a la voluntad de Dios. “Desde la cruz nos se baja –decía- sino se resucita cuanto todo esta terminado”. Y a menudo repetía: “Mi Dos no te comprendo, pero te adoro”.
Hasta la muerte M. Magdalena se dedicó con pasión a la vida y actividad del Instituto, realizando viajes fatigosos para visitar las casas, socorrer, aconsejar con la palabra y con los escritos a religiosas, laicos, sacerdotes, favorecida por un particular carisma de penetración de los corazones. Según un testimonio acreditado como del Beato Longo, fundador de las obras del Santuario de Pompeya, se valió por medio del consejo y experiencia de educadora. La caridad y el espíritu de iniciativa de Starace se fueron preciosos durante la primera Guerra Mundial (1915-1918) y después de la guerra, sobre todo a favor de las familias que se quedaron sin sostén de padres y hermanos.
Con mucho sacrificios Madre Starace construyó en Scanzano un Santuario dedicado al Sagrado Corazón y a la Dolorosa. En 1920 la Madre Starace puso la primera piedra de la iglesia dedicada a los Siete santos Fundadores y a la Dolorosa en Roma en la zona Italia.
El 13 de diciembre de 1921 en Scanzano de Stabia M. Magdalena Starace, afectada de la pulmonía, concluyó su laboriosa existencia. En los funerales participaron muchos religiosos, sacerdotes, laicos, autoridades y gente humilde y todos concordes en afirmar: «Murió una santa». Los restos mortales de M. Magdalena en 1929 fueron trasladadas de la tumba de familia al Santuario del Sagrado Corazón de Scanzano. El epígrafe recuerda con eficaz síntesis la figura mortal y espiritual de Madre M. Magdalena: «Vivió de la humildad, oración y sacrificio. Su única gloria fue el ser Sierva de María». El Papa Benedicto XVI escribió en el registro de los beatos M. Magdalena Starace el 15 de abril de 2007.

domingo, 2 de septiembre de 2012

EUCARISTÍA DE ACCION DE GRACIAS POR EL AÑO PASTORAL DE DON ADRIAN



       El pasado día 1 de septiembre el Consejo Parroquial de  nuestra Parroquia convocó a todos los feligreses a celebrar una Eucaristía en Acción de Gracias por el año que como párroco ha estado cumpliendo su misión pastoral al servicio nuestra Parroquia. Un año lleno de ilusiones y trabajo, en el que este sacerdote ha animado la vida de nuestra comunidad. Al final de la celebración se le realizó entrega de  un recuerdo consistente en una pintura con la Virgen de Gracia. Posteriormente y en el patio de santa Clara se tuvo una convivencia.