Uniéndonos a toda la Iglesia y a los hombres de buena voluntad, nuestra Fraternidad oró y reflexionó sobre el drama humano que suponen los cerca de sesenta millones de personas que en el mundo han tenido que abandonar su hogar por la guerra o las persecuciones, con este motivo proclamó el Evangelio de la Huida a Egipto, María y José huyen para salvar al Hijo de Dios - II Dolor-.
Al día siguiente celebramos la Vigilia del Angelus Domini que dirigió el Sr. Cura Párroco de la Asunción de Lora del Río, Don Miguel Ángel López.
Como es habitual, se editó una estampa conmemorativa de la Festividad con una oración tomada de uno de los formularios del Via Matris servita, dedicada a los que sufren la pérdida de sus derechos más fundamentales:
NUESTRA SEÑORA DE LOS DOLORES
Patrona Soberana de la Orden Servita
Santa María, Virgen exiliada: en la noche profunda tu llevas la Luz lejos de la patria.
Continúa velando, Madre, sobre tu hijo exiliado y sin patria, sin nombre y sin casa.
Continúa protegiendo, Madre, a tu hijo, pequeño e indefenso, de los nuevos peligros de muerte que lo siguen.
Continúa vigilando, Madre, a tu hijo que sufre lejos del hogar: no tiene trabajo, ni fuerzas, ni pan.
Ayúdanos, Madre, a reconocer a tu Hijo Jesús, en todos los hermanos exiliados, emigrados y que huyen:
en ellos, silencioso Él pide vivir con dignidad su condición de Hijo de Dios e hijo del hombre. Amén
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