El 8 de septiembre de 1264 el Papa Urbano IV publicó la bula Transiturus hoc mundo por la que se establecía una fiesta en honor de la presencia real de Cristo en la Eucaristía.Dos eventos extraordinarios contribuyeron a la institución de la fiesta: las visiones de Santa Juliana de Mont Cornillón y el milagro Eucarístico de Bolsena, Orvieto. El pontífice ordenó la celebración anual de Corpus Christi en el Jueves siguiente al Domingo de Trinidad, concediendo al mismo tiempo muchas indulgencias a los fieles por su asistencia a la Misa y al Oficio. Este Oficio, compuesto a solicitud del papa por el Doctor Angélico Santo Tomás de Aquino, es uno de los más bellos en el Breviario Romano y ha sido admirado aún por los Protestantes.
La muerte del Papa Urbano IV (2 de Octubre de 1264), poco después de la publicación del decreto, obstruyó un poco la difusión de la festividad. Clemente V tomó de nuevo el asunto en sus manos y, en el Concilio General de Viena (1311), una vez más ordenó la adopción de la fiesta. Publicó un nuevo decreto que incorporaba el de Urbano IV. Juan XXII, sucesor de Clemente V.
Motivados por esta conmemoración se ha decidido que a partir de este año se incorporen al cortejo de la procesión eucarística las imágenes de Nuestra Señora de los Reyes y del Niño Jesús, ambas imágenes vendrán a reforzar la catequesis que las procesiones eucarísticas manifiestan con la presencia de imágenes de la Virgen y de Jesús niño, afirmándose asi la fe en la verdadera humanidad de Cristo hecho pan y presente realmente en la Hostia sacramental.
El pasado año se solicitó a la Hermandad de Nuestra Señora de Gracia que desde hace años instala un altar con la de la Virgen de los Reyes la incorporación de esta imagen en la procesión. Se trata de una variante iconográfica de la sevillana pues es una imagen de pie que porta al Niño Jesús sobre su brazo derecho; de gran tradición en la procesión del Corpus de Carmona de la que formó parte durante siglos al ser la Patrona o advocación principal del clero parroquial de santa María, igualmente procesionaba con ella en procesión de Tercia el día 15 de agosto. Cuenta con una bellísima peana neoclásica que este año fue sometida a una limpieza superficial y estabilización de todos sus elementos así como de la capa aurea.
Por otro lado y para completar los pasos que integran la procesión se ha decidido la incorporación de la imagen de Jesús Niño, siendo la imagen elegida la que venera la Orden de los Siervos que se incorporará a la procesión bajo el templete en el que procesiona en diciembre
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