Reciban un cordial saludo en el
Señor y Santa María.
En este mes de agosto la Iglesia
celebra la solemnidad de la Asunción de María. Tradicionalmente los
Siervos de María decimos que nuestra Orden nació el día 15 de agosto de 1233,
el día que celebramos la Asunción de María y en nuestras Constituciones
afirmamos que nos inspiramos constante-mente en María, Madre y Sierva del Señor
y que fieles a nuestra vocación de servicio procuramos comprender el
significado de Santa María para el mundo contemporáneo. Por eso es que nosotros
queremos ser lo que Ella es. Por eso creemos que la Asunción de María como
la Resurrección de Cristo, es nuestra prueba y nuestra esperanza de que el amor
es realmente más fuerte que la muerte. Por eso, esta solemnidad nos invita
a vivir intensamente una verdad fundamental de nuestra fe: la plena participación
de María al triunfo glorioso de la Resurrección de Jesucristo; y esta verdad
nos recuerda, que todos estamos llamados, como María, a alcanzar esta
integridad. No olvidemos que María sola-mente ―se nos adelantó‖ en esta
peregrinación que es de todos los cristianos. La Asunción nos ayuda, además, a
renovar nuestra fe en Cristo, en su amor, en su misericordia. Nos ayuda a abrir
de par en par las puertas de nuestro corazón al Señor, para que irrumpa con
toda su fuerza, porque sabemos que “el amor de Cristo nos hace íntegros; por
ello la Madre, mediante el Hijo, vive íntegramente en Dios. En Ella se ha
realizado el primer éxodo de la creación hacia el Creador”.
En este mes de agosto celebramos
también la fiesta de San Felipe Benicio que guió a la Orden con
sabiduría y prudencia y con su testimonio atrajo a muchos frailes que
destacaron por una vida evangélica y de fiel servicio a Nuestra Señora. Dice la
―Leyenda de San Felipe‖, que murió el día de la octava de la Asunción de María
del año 1285. Nuestro hermano, padre y amigo san Felipe nos ayude a dar
testimonio de nuestra vocación de Siervos de María, con fidelidad, misericordia
y coherencia.
Bueno hermanos, que les vaya
bonito. Vivamos con entusiasmo y convicción las fiestas de nuestra Orden y contemos a los demás la belleza de nuestro patrimonio
espiritual, histórico y cultural de nuestros 780 años de vida
Que María Asunta y San Felipe nos
acompañen en nuestras subidas y bajadas,
en los cielos y en la tierra, para que logremos ser siervos buenos y fieles.
Buen trabajo y hasta la próxima,
Fray Ángel María Ruiz Garnica
Prior General
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