Tal como viene siendo ya costumbre, aprovechando
las largas vacaciones de verano, un numeroso grupo de jóvenes de nuestra
Fraternidad dedican su tiempo a tareas de conservación de nuestro Patrimonio y
también a la ayuda solidaria a nuestras hermanas de clausura las religiosas
Agustinas.
Este año se han dividido en varias etapas las
tareas de mantenimiento en el convento de la Trinidad, una
gran casa para una pequeña comunidad a la que se le ayuda en el arreglo
de sus patios y huertos así como de diversas dependencias y que permite a
nuestras hermanas religiosas una mayor dedicación a la vida contemplativa.
Durante el mes de agosto se realizarán otras dos jornadas de trabajo,
concluyéndose el 24 con la limpieza del templo conventual y zonas anexas.
En las dependencias que desde hace unos meses
disfrutamos bajo el apelativo “del priorato”, junto al templo del Salvador, se
han iniciado las tareas de conservación y limpieza de la candelería de madera
dorada del siglo XIX que presentaba diferentes tipologías de daños, así como la
retirada de restos de cera y suciedad, siguiendo los criterios y técnicas de
conservación y restauración. También se están restaurando y consolidando un
juego de cuatro grandes candeleros de brazos, de madera y estuco dorado, que
nos fueron donados hace unos años y que se encontraban inutilizables por su
estado de conservación.
La dedicación a la pintura decorativa para la
creación de una nueva capa pluvial siguen delante de manos de nuestro hermano
Luis Maqueda y sus ayudantes.
Este grupo compacto de jóvenes organizó días
pasados una cena de convivencia en la Casilla de San Vicente, así como los miércoles por la noche en el priorato se reúnen para la organización
de cine-forum.
No hay comentarios:
Publicar un comentario