jueves, 29 de diciembre de 2011

BELEN DE LOS SERVITAS 2011


UNA HISTORIA PARA EL BELÉN
       Los relatos evangélicos del anuncio a los pastores y a los magos es una llamada a la universalidad del mensaje de Cristo, entonces y ahora.
       Hemos elegido este año para nuestro Belén un momento de la historia de Carmona, muy desconocido y poco estudiado; la estancia en nuestra Ciudad, durante cerca de tres años, del príncipe marroquí Muley Xeque, que andando el tiempo será conocido como don Felipe de África o de Austria tras su bautizo en el Escorial.


          Nuestro protagonista nació en Marrakech en 1566 y murió en Vigevano (Lombardia, Italia) en 1621.
      Era hijo del sultán saadí Muhammad al-Mutawkkil, quien después de reinar entre 1574 y 1576 fue destronado por su tío Abd al-Malik al-Mutasim bi-l-lab (1576-1578). Ayudado por tropas portuguesas al mando del rey don Sebastian, al-Mutawakkil se enfrentó a su rival el 4 de agosto de 1578 en la llamada Batalla de los tres Reyes,que se saldó con la derrota portuguesa y en la que perdieron la vida los tres monarcas, dando paso al reinado de Ahmad al-Manzur, hermano de Abb al-Malik, y facilitando la anexión de Portugal por España.
       Muley Xeque, exiliado tras la batalla, llegó a España a la edad de doce años, tras una estancia en Portugal, residió en Carmona de 1589a 1593. En la entonces villa de Carmona se reuniría con su madre, y se iniciarían importantes conversaciones para su regreso a Marruecos como rey con la ayuda de la monarquía española


        El príncipe de Marruecos acompañado de un gran séquito de moros, fue alojado en los reales alcázares, permaneciendo en la población casi tres años, todos ellos a expensas de Felipe II. Dado que su séquito era numeroso, hubieron de ocupar, además de la vasta residencia militar, veinte casas en el pueblo, no sin protesta de los vecinos.
      Según Lope de Vega, que fue su amigo personal y a cuya comedia El bautismo del príncipe de Marruecos se deben parte de los datos que se conocen sobre el personaje, Muley Xeque decidió abandonar el Islam después de asistir, en Andujár a la romería de la Virgen de la Cabeza.
         En 3 de noviembre de 1593 fue bautizado en el monasterio de San Lorenzo del Escorial, apadrinado por Felipe II, de quien recibió el nombre. Fue nombrado grande de España y comendador de la Orden de Santiago.


        Fue un personaje conocido de la alta sociedad madrileña de la época. Residió en un palacete en la confluencia de las calles de Huertas y del Príncipe (a la que dio nombre), en el lugar que ocupa actualmente el Palacio de Santoña. Amigo de Lope, el poeta le dedicó su soneto 148:
   Alta sangre real, claro Felipe,
a cuyo heroico y generoso pecho
el límite africano vino estrecho,
aunque en grandeza a Europa se anticipe,

   porque el cielo ordenó que participe
de otro imperio mayor vuestro derecho
y que se ocupen en tan alto hecho
los cisnes de las fuentes de Aganipe;

   tanto os estima a vos, Príncipe, solo,
que un día aventuró para ganaros
con cuatro reyes veinte mil personas,

   trocando el bajo por el alto polo,
a Fez en Fe, y a vuestros montes claros
por claros cielos y por mil coronas.


       Al producirse la expulsión de los Moriscos, la presencia de un antiguo musulmán en la corte se volvió incómoda, razón por la cual Muley Xeque se traslado a las posesiones españolas en Italia y murió en Vigevano, cerca de Milán, donde supuestamente está enterrado aunque no se conoce con exactitud el lugar de su sepultura. Un cronista de Vigevano, Matteo Gianolio di Cherasco, recogió la azarosa vida de Muley Xeque en un libro titulado Memorie storiche intorno la vita del real principe di Marocco Muley-Xeque, que es otra de las fuentes históricas sobre la vida de este personaje, y donde se recoge la práctica de las virtudes cristianas del llamado el Príncipe Negro.


Una escena en el Belén. Contemplamos la salida de Carmona del Príncipe Marroquí y su séquito por la Puerta de Córdoba camino de Andújar. En un antiguo molino de aceite aparece Muley Xeque contemplando la escena del Pesebre: María ofrece a Jesús a su contemplación mientras los pastores entran a adorar al Niño Dios, mientras un ángel le ofrece la ermita de la Virgen de la Cabeza - lugar de su conversión al cristianismo. Su séquito integrado  por nobles africanos, guardia personal y  por su esposa con la  recién nacida hija, permanecen ajenos a la veneración del Misterio por el  Príncipe.
Los ropajes y vestimentas marroquíes  se han inspirado en la pintura de los llamados pintores africanistas del siglo XIX, como Bertuchi y Tapiró.


Ficha técnica : Idea original y realización de las figuras: DeLamaza. Maquetación de Puerta de Córdoba: Luis Maqueda y José A. Bazo.
Instalación: Graciana Calvo , José A. Portillo, Manuel Marchena y Francisco Bermudo. Iluminación: Manuel Garceso.
Agrupación Juvenil SEPTEM y Orden Seglar de los Siervos.
Área de Cultura y Patrimonio del Excmo. Ayuntamiento de Carmona



       Pinchando sobre Galería fotográfica se pueden visualizar más fotos del belén así como algunos de los misterios realizados por el mencionado artista y que se encuentran expuestos juntos al Belén.

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