viernes, 26 de agosto de 2011

FESTIVIDAD DE SAN AGUSTIN



       Durante este fin de semana las Madres Agustinas Recoletas, las descalzas, celebran un triduo en honor de su fundador San Agustin, triduo al que estamos invitados los servitas , no solo por estar hermanados con este cenobio, sino también por compartir las mismas reglas de vida, ya que las reglas de los Siervos de Maria, por voluntad de la misma Virgen Maria, según cuenta la leyenda, están copiadas de las San Agustin. Por ello intrudicimos una pequeña biografía de este santo, considerado uno de los padres de la Iglesia.
      San Agustin nació en Africa del Norte en el 354, hijo de Patricio y Santa Mónica. Tuvo un hermano y una hermana, que fueron educados como él en la religión  cristiana. Su hermana llegó a ser abadesa de un convento y poco después de su muerte San Agustín escribió una carta dirigida a su sucesora incluyendo consejos acerca de la futura dirección de la congregación. Esta carta llego a ser posteriormente la base para la “Regla de San Agustín”, por lo cual  cual San Agustín es uno de los grandes fundadores de la vida religiosa.
                   Patricio, el padre de San Agustín fue pagano hasta poco antes de su muerte, lo cual fue una respuesta a las fervientes oraciones de su esposa, Santa Mónica, para su conversión. Ella también oró mucho por la conversión de su entonces caprichoso hijo, Agustín.  Agustín dejó la escuela cuando tenía 16 años, y mientras era estudiante se sumergió  en ideas paganas, en el teatro, en su propio orgullo y en varios pecados de impureza. Con 17 años inició una relación con una joven con quien vivió fuera del matrimonio durante aproximadamente catorce años, de esta relación tuvo un hijo, llamado Adeodatus, quien falleció antes de cumplir los veinte años. San Agustín enseñaba gramática y retórica, y era muy admirado y exitoso. Desde los 19 hasta los 28 años, para el profundo pesar de su madre, Agustín perteneció a la secta herética de los Maniqueos. Entre otras cosas, ellos creían en un Dios del bien y en un Dios del mal, y que solo el espíritu del hombre era bueno, no el cuerpo, ni nada proveniente del mundo material.   
A través de la poderosa intercesión de su madre Santa Mónica, la gracia triunfó en la vida de San Agustín. El mismo comenzó a asistir y a ser profundamente impactado por los sermones de San Ambrosio. Asimismo, leyó las epístolas de San Pablo, lo cual tuvo un gran efecto para orientar su corazón hacia la verdad de la fe Católica. y a partir de ese momento se mantuvo firme en su resolución. Esto sucedió en el año 386. Al año siguiente, 387, San Agustín fue bautizado en la fe Católica. Poco después de su bautismo, su madre cayó muy enferma y falleció a la edad de 56 años, cuando San Agustín tenía 33.
Luego de la muerte de su madre, San Agustín regresó a Africa. Deseoso de llevar una vida monacal. Sin embargo, el Señor tenía otros planes para el. Un día San Agustín fue a la ciudad de Hipona, y asistió a una misa. El Obispo, Valerio, quien viendo entre los asistentes a San Agustín y teniendo conocimiento de su reputacion habló fervientemente sobre la necesidad de un sacerdote que lo asistiera. La congregación comenzó de esa manera a clamar por la ordenación de San Agustín. Sus plegarias pronto fueron escuchadas. A pesar de las lágrimas de San Agustín, de su resistencia y de sus ruegos en oposición a dicho pedido, viendo en todo esto la voluntad de Dios. Se ordenó sacerdote y cinco años después fue nombrado Obispo, y durante 34 años dirigió esta diócesis.   San Agustín brindó generosamente su tiempo y su talento para las necesidades espirituales y temporales de su rebaño, muchos de los cuales eran gente sencilla e ignorante. El mismo escribió constantemente para refutar las enseñanzas de moda en esa epoca, y viajó mucho predicando  el Evangelio. Pronto se convirtió en figura destacada del Cristianismo. 


 

El amor de San Agustín hacia la verdad a menudo lo llevo a controversias con diversas herejías. Por ejemplo, las de los Maniqueos,; de los cismáticos Donatistas que se habían apartado de la iglesia; y, durante los veinte años restantes de su vida, contra los Pelagianos, que exageraban la función del libre albedrío para hacer caso omiso a la función de la gracia en la salvación de la humanidad. San Agustín escribió mucho acerca de la función de la gracia en nuestra salvación, y más adelante obtuvo el título de doctor de la Iglesia especialmente debido a sus intervenciones con los Pelagianos. En esta línea, el mismo escribió mucho también acerca del pecado original y sus efectos, del bautismo de niños pequeños y de la predestinación.  
San Agustín fue un escritor prolífico, que escribió más de cien títulos. Según lo mencionado anteriormente, escribió su famosa autobiografía titulada Confesiones.  El mismo escribió además un gran tratado durante 16 años titulado Sobre la Trinidad, meditando sobre este gran misterio dtín escribió además la Ciudad de Dios, que comenzaba como una simple y breve respuesta a la acusación de los paganos de que el Cristianismo era el responsable de la caída de Roma.
En el 430 enfermó y falleció el 28 de agosto de ese mismo año. Su cuerpo fue enterrado en Hipona, y  trasladado posteriormente a Pavia, Italia. San Agustín ha sido uno de los más grandes colaboradores de las nuevas ideas en la historia de la Iglesia Católica.






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